Hace más de 10 años uno de los magos más fuertes de Ishgar fue asesinado. El gran Gildarts Clive.
Era una escena horrenda y la gente inculpo a un grupo de magos, a los usuarios de la magia dragon slayer. A éste grupo se les conocía cómo los 7 pecad...
- ¡Callate! - ordenó molesta, la rubia. Inmediatamente dejó caer sus brazos mientras relajaba su expresión. Comenzó a mirar hacia los lados en busca de reconocer el lugar - ¿Dónde estoy? - preguntó ella apoyando sus manos sobre la colcha de la cama. Miró a través de la ventana y se podían ver la misma colina que se podía ver desde la entrada de el bar.
- Es una habitación que había en la parte superior del bar ¡Aye! - explicó el pequeño gato azulado levantando su mano mientras cerraba sus ojos.
- ¡Un gato parlante! - gritó aterrada la rubia comenzando a retroceder en la cama hasta llegar a la ventana la cual estaba lo suficientemente abajo cómo para que la rubia casi se cae hacia atrás - ¿Eh? - dijo confundida. Inmediatamente la chica se cayó hacia atrás - ¡Kyaaaa! - gritó del susto la rubia.
El gato azul se sobre saltó al percatarse de que la chica estaba a punto de caer. Abrió sus ojos de par en par y palideció.
Afortunadamente el chico reaccionó rápido. Se colocó sobre la cama agarrando del antebrazos a la chica. De un rápido movimiento acercó a la chica hacia él colocando su mano en la espalda baja de la rubia haciendo que ambos estuvieran extremadamente cerca el uno al otro.
Los pechos de la chica eran apretados contra en pecho del chico, el rostro de ambos estaban bastante cerca cosa que no parecía incomodar a el peli rosa, pero sí a la rubia cuyas mejillas estaban sonrojadas hasta más no poder.
- ¿Estás bien? - preguntó con cierto toque de preocupación el peli rosa soltando el antebrazo de la chica.
Mientras tanto la rubia se sentó un poco más lejos de el chico de ojos jades sacudiendo de un lado a otro su cabeza. Respiró e inspiró para después abrir sus ojos y mirar a el peli rosa.
- sí, solo me sorprendió el hecho de ver un gato parlante no es para nada común - se excusó la rubia con algo de vergüenza sentándose al estilo indio ocultando sus manos entre sus piernas encogiéndose de hombros con sus cejas arqueadas.
Los dos chicos se miraron el uno al otro para después alzar su cabeza mirando a la rubia ¿Tan extraño era eso? Ellos nunca lo habían notado. Ignoraron aquellos pensamientos y otros llegaron a la cabeza.
- ¿Por que llevabas esa gran armadura? - cuestionó el peli rosa cruzandose de brazos mientras arqueaba sus cejas con duda.
Inmediatamente la chica tragó duró y bajó levemente su cabeza, su mirada reflejaba tristeza y algo de culpabilidad. Mordió su labio inferior con algo de impotencia.
- ¡La has hecho sentir mal! - a quejó el pequeño neko azulado sacando un par de alas de su espalda para así comenzar a volar hasta colocarse en frente de el mago de fuego.
- ¡Yo no he hecho nada! - protestó el mago de fuego frunciendo su ceño con sus ojos en blanco por el enfado. Así ambos amigos comenzaron una pelea.
Mientras tanto la rubia seguía con su cabeza agachada y con su flequillo tapando sus ojos. Una sonrisa amarga se dibujó en sus labios - je je - una risilla salió de entre los labios de la chica. Sus ojos están cerrados y sus cejas arqueadas, era una expresión nostálgica.
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