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El príncipe heredero no podía conciliar el sueño.

Era algo inusual viniendo de él, pues era una persona que, con apenas pegar los ojos, podía sumergirse en un sueño profundo sin problema y despertar horas después sin interrupciones.

Sus ojos vagaron del techo a la silueta de Seok Jin, sus hombros subían y bajaban por su respiración armoniosa y Taehyung se preguntaba cómo podía dormir tan plácidamente a su lado después de lo sucedido en la librería.

No pudo soportarlo más y se sentó, mirando alrededor de su habitación. Necesitaba distraerse con algo más para dejar de pensar en eso; el intenso latido de su corazón comenzaba a incomodarle y el calor que sentía era demasiado molesto.

Se estiró un poco para alcanzar el libro en su escritorio y lo hojeó con presteza, maravillándose con este. Tener algo como eso entre sus manos era como la gloria misma. La biblioteca real estaba llena de libros aburridos y, según lo que Seok Jin le había contado, la danza estaba inspirada en una interesante leyenda. Todo era perfecto.

—¿No puede dormir? —cuestionó en voz somnolienta el erudito. Taehyung frunció el ceño.

Jin despierto era lo último que deseaba en tales momentos de eterna confusión.

—No.

—Tampoco yo.

—Tu voz no transmite el mismo mensaje.

Taehyung evitó sostener la mirada del erudito por mucho tiempo, al contrario, mantuvo la vista fija en el libro que descansaba abierto sobre su regazo. Tragó saliva tan pronto como Jin se levantó y se sentó a su lado.

«Está demasiado cerca» pensó el príncipe.

Las piernas del erudito Kim se frotaban un poco contra las suyas, pero a Jin eso no pareció importarle, pues continuaba hablando sin ningún indicio de nerviosismo o incomodidad.

—¿Está preocupado por el informe que será dentro de pocas horas? —Jin señaló el libro y luego se lo quitó de las manos para comenzar a hojearlo y buscar algo en específico.

—No quiero arruinarlo.

—No creo que lo arruine, ¿prestó atención a la breve explicación que le di? —preguntó Jin. Taehyung asintió —. Entonces no debe preocuparse mucho por eso, estoy seguro que todo resultará bien. ¿En cuántos informes ha participado?

—Solo en uno.

—Es poco probable que soliciten su participación. Pero, su alteza, sería ideal si pudiera hablar. Sería bueno si mostrara un poco de interés

—¿Cómo?

—Hágales saber que está al tanto, luego solicite a los cinco hombres que realizarán el baile y un lugar donde puedan practicar. Lo más probable es que le proporcionen personal de la Oficina de Ceremonias de la Corte, y puede comenzar a hacer los preparativos —explicó con entusiasmo, con la esperanza de transmitir al menos algo de esa emoción, sin embargo pudo ver cómo fallaba en el intento. El príncipe parecía igual o peor de nervioso.

—Está bien, lo haré.

El príncipe parecía estar perdido en sus pensamientos, con la mirada fija en el suelo de madera. ¿Estaba bajo mucho estrés últimamente? Jin podía ver cómo ser expulsado de su zona de confort podía ser abrumador, y sospechaba que esa era la fuente del comportamiento errático del chico. ¿Por qué la personalidad segura y egocéntrica de Taehyung se desvanecería en un instante, solo para ser reemplazada por una extraña inseguridad y timidez de no ser así?

Quería de alguna manera distraerlo de sus preocupaciones, por lo que cuando una idea se presentó en su cabeza no dudó en hablar.

—Sobre la historia del chamán...

The Erudite; JinTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora