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—Horrible, resultó horrible.

Yoongi miró a Seok Jin con una expresión burlona en su rostro mientras el erudito apoyaba su espalda en uno de los troncos de los árboles a su derecha. El erudito dio vueltas toda la noche, sin poder dormir pues no podía dejar de pensar en ese primer encuentro con el príncipe.

El día anterior había sido el más largo de su vida. Durante el siguiente bloque de enseñanza de la tarde, el príncipe no hizo su parte de nuevo. Seok Jin formuló cientos de preguntas, dio su opinión e interpretación del libro y trató de hacerlo comprensible para su alteza. Pero nada salió de eso.

Le había prometido que nadie lo sacaría del palacio, y parecía que el príncipe lo señaló para que pudiera divertirse con alguien en el monótono palacio.

El hijo del ministro que estaba a su lado tenía razón. A pesar de que la segunda clase estaba a solo un par de horas de distancia, quería salir de allí lo antes posible. ¿Por qué pensó que sería tan simple? Era evidente que no lo sería. Lo había subestimado.

Ni siquiera habían terminado el primero de cuatro libros y Seok Jin no podía explicar por qué no estaba prestando atención; el libro era breve y sencillo, e incluso muy interesante.

—Lo descubrí con solo mirar tu expresión —respondió el hijo del ministro, girando la cabeza para mirarlo —. No deberías haber esperado tanto de él, te dije que era terco.

—Sin embargo, como alguien de tan alto rango, ¿no debería al menos ser respetuoso? —dijo el erudito —. Puedo entender que tal vez no esté interesado en las clases, tal vez no esté interesado en la educación, pero ¿podría al menos pretender estarlo? Después de eso, puede continuar viviendo su vida ideal si así lo desea.

—Deberías decírselo —sugirió entre risas, mientras Seok Jin le fruncía el ceño.

—Me gustaría, y estoy seguro de que terminaré descargándome de él en algún momento. Mi paciencia no es tan grande, y él casi termino con ella ayer.

Yoongi se acercó a Jin —. ¿Casi? ¿Lo irritaste? Dime. Soy todo oídos.

—¿Sueles exudar tanta confianza en todos los que recién conoces?

—Te sorprenderías —dijo, levantando y bajando los hombros —. En realidad, todos aquí están corriendo de un lugar a otro. Como resultado, rara vez converso con los demás. Excepto, por supuesto, contigo.

El erudito se rió mientras rodaba los ojos. Desvió la mirada hacia el frente, dándose cuenta de que lo que Yoongi había dicho parecía ser correcto. Notó que el eunuco Jung corría hacia Donggung, asumiendo que iba a despertar al príncipe heredero. Eso solo le sirvió como recordatorio de que tendría que pasar otro día entero con él.

—Mañana es el gwageo, y todos sufriremos. Cuando eso sucede, generalmente dejo el palacio — Yoongi continuó hablando, sabiendo que Jin no volvería al tema de conversación anterior.

—¿Gwageo? ¿Tan pronto?

—Sí, gwageo. El examen que suele seleccionar a los futuros funcionarios y oficiales —explicó mientras también dibujaba líneas invisibles con una pequeña rama que estaba tirada en el suelo —. Han pasado cosas raras en los últimos meses, por lo que mi padre me dijo que se enfocarían en la prueba física, ya que están buscando guardias que estén entrenados en artes marciales.

—¿Ocurrencias extrañas? ¿Qué quieres decir con exactitud?

—No debería estar contándote esto, pero estoy seguro de que no lo difundirás —le sonrió —. Intentaron asesinar al rey.

Seok Jin lo miró con los ojos muy abiertos. ¿Había sucedido eso de verdad? Sabía muy bien que el rey, a pesar de ocupar el cargo más alto, estaba indefenso ante aquellos ataques que podían poner en peligro su vida. Pero no creía que lo hubieran intentado; en el pueblo, nadie sabía nada de lo que estaba pasando en el palacio, por lo que escuchar eso lo sorprendió.

The Erudite; JinTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora