Seoul University - Vkook

C A P Í T U L O 1

Aquí estoy , delante de la gran residencia en la cual viviré hasta que termine mi carrera de medicina, esa carrera que ni yo estaba seguro que quisiera hacer, pero me autoconvenzo de que realmente eso era lo que quería estudiar o mejor dicho lo que mis padres quieren que estudie, los cuales se saltaron la pregunta más importante. ¿ Jungkook, qué quieres ser de mayor?

Limpio mis manos un poco sudadas por los nervios en mi chaqueta negra que compré especialmente para este día, mi primer día en esta universidad.

Iba empezar de cero e iba a disfrutar a tope, o eso era lo que me propuse una vez tomé la decisión de estudiar en este lugar.

Agarré mis pesadas maletas y entré en aquel sitio, no sin antes tomar una pausa , suspirar y sonreír.

Aquella residencia era enorme y eso que solo era la recepción donde pude divisar varios grupos de adolescentes y la secretaría en el lado derecho.

Me dirigí sin querer llamar la atención de todos los que se encontraban allí hacia secretaría para recoger las llaves y poder soltar mis maletas en la habitación lo antes posible.

Una señora de unos sesenta años aproximadamente me recibió con una amable sonrisa , pude ver que le gustaba su trabajo o que por lo menos eso era lo que ella quiere aparentar , cuando llegué a la residencia me esperaba al típico hombre cansado de adolescentes que te lanzaba las llaves a la cara para que te fueras cuanto antes.

— ¿ Nombre ?

— Jeon Jungkook.

Se levantó de la silla y de unos cajones que chirriaban sacó una llave.

— La 1118, segundo piso, pasillo G.

— Muy amable, gracias.

Las instrucciones parecían fáciles hasta que ví más de tres escaleras que subían al piso de arriba, habría que ir probando hasta finalmente encontrar el pasillo G.

—Pasillo F ... ¡ Pasillo G ! —celebré susurrando para mí mismo.

Encontrar mi puerta fue realmente fácil. Habían siete y la mía, por suerte, era la primera que se encontraba por el lado izquierdo.

Introduje la llave en la cerradura y la giré sintiendo un cosquilleo en el cuerpo sin poder diferenciar si era por los nervios de que no me gustara o por la emoción de que podría encontrarme.

La abrí y desde la entrada divisé una fuerte luz del Sol que entraba por la ventana llegándome directamente a los ojos provocando que tuviera que tapármelos. Tres pasos más alejados de mí había una puerta donde se encontraba el baño , el cual era pequeño pero no me disgustaba del todo. El tamaño era parecido al que tenía el de mi casa.

Sin durar más de un minuto analizándolo vi la otra habitación y la única otra que había, donde se encontraba una pequeña cama pegada a la pared, una mesa de escritorio no muy separada de esta y todo lo necesario para tener una cocina decente pero algo triste al otro lado de la sala.

—Tendré que acostumbrarme.—pensé.

Me tiré en la cama agotado del viaje.

Había dejado todo atrás, Jungkook no podía ser un adolescente niñato aunque realmente nunca lo fue , es más, odiaba a ese tipo de personas que solo piensan en fiestas, sexo y alcohol.

El silencio y el descanso duró poco ya que sonó la puerta con unos tonos flojos.

La abrí con pocas ganas y tuve que mirar hacia abajo para ver a un sonriente chico que le sacaba unos cuantos centímetros de altura.

—¡ Hola ! Acabo de ver que por fin le han dado la habitación vacía a alguien y bueno vine a saludar.

Se le notaba algo vergonzoso pero no perdía su sonrisa que daba ternura a cualquiera.