Alumina 💎 Light Yagami

💎 IX: Confesión

❝La persona que toque el cuaderno podrá ver y oír al propietario original, un shinigami, aunque este humano no sea el propietario del cuaderno❞

– Tú eres Kira, eres dios...

– "Dios", ah...

– Sí. Y yo soy tú fiel seguidora –sonrió.

– Ahora que lo sabes, si eres arrestada todos los secretos de Kira saldrán a la luz. Además...no es buen momento.

– No me atraparán. Desde ahora haré lo que tú me digas.

– Me están-

– Vigilando –completó.

– ¿Ah?

– Lo noté. ¿Sabes cómo te encontré? La noticia del incidente del autobús fue extraña, así que deduje que Kira tuvo que estar metido en ello; por lo tanto busqué en las cámaras de seguridad de ese día que daban a las paradas del bus, antes de que el criminal subiera, hasta dar con alguien cuyo tiempo de vida no podía ver. Vi cuando subiste junto a esa chica, y tras de ti subió un hombre extranjero, era él ¿Verdad? El que te sigue.

Light quedó sorprendido ante aquello, la chica era más inteligente de lo que había creído.

– ...Ah. Sí, era él. Raye Penber, del FBI.

– FBI, ah –sonrió.– Lo sospechaba.

– Por eso debo ser cuidadoso ahora.

– No te preocupes. Desde ahora haré lo que me pidas, así no pasará nada. Además...puedo ver el nombre de L. Me convertiré en tus ojos –hizo una pequeña pausa.– He estado soñando con el mundo ideal, el mundo perfecto...y Kira lo está logrando. No necesito nada, dejaré todo atrás por ti...haré lo que sea por ti, Kira-san. Mi corazón y mi vida son tuyos...Así que...

– ¿Así qué...?

– Yo... ¿Podría ser...t-tu novia? –pidió sonrojada.

– ¿N-Novia? –preguntó con cierta sorpresa.

– ¡Sí! Por favor.

– No es posible –negó.– Si comenzamos a salir ahora sería sospechoso.

– No lo será. Ya vine hasta aquí, y el FBI no me vio porque ya no te siguen, lo verifiqué, podemos armar una excusa –pensó un momento.– Si aún no confías en mí, puedes quedarte con mi libreta –la extendió a él.– La tendrás tú, pero yo seguiré siendo la propietaria y seguiré teniendo los ojos –miró a la shinigami.– ¿Verdad, Rem?

– Sí.

El castaño tomó el cuaderno.

– De esa forma no podré matarte. Y si me arrestan, puedes matarme.

«¿Por qué llegaría tan lejos?», pensó él.

– ¿Cómo puedo saber que no escondes algunas páginas contigo?

– ¡Que descortés! ¡¿Por qué no me crees?! –se levantó.– ¡No me importa que me uses! Créeme...

Tn suspiró y se dejó caer, quedando sentada en el suelo, cabizbaja.

– Hace un año...mis padres fueron asesinados por unos atracadores. Nunca se los perdonaré. El juicio se alargó mucho tiempo, pero al final los declararon inocentes –sollozó.– Y entonces...Kira castigó a esos criminales. Por eso es todo para mí...Quiero... –lo miró.– ¡Quiero ayudarte y conocerte! Por favor...