Alumina 💎 Light Yagami

💎 LXIII: Incendio

❝Un shinigami puede pasar Death Notes a 3 humanos a la vez, como máximo❞

[Cuartel]

El teléfono de Light comenzó a sonar, sorprendiendo a todos.

– ¡Light!

– ¡No puede ser!

– Todos, guarden silencio –tomó su teléfono y contestó.– ¿Si?

– Light, yo... –dijo Takada al otro lado de la línea, asustada.

– ¿Takada?

Todos exclamaron sorpresa.

– Takada, ¿Te encuentras bien?

«En este momento, si es que ella puede contactarme por teléfono, lo que sucedió es que...ella logró escapar de Mello...o...», pensó.

– Light, ¡Ayúdame! –pidió con cierto desespero.

– Todo está bien. Cálmate y responde a mis preguntas.

[Ubicación desconocida]

Takada se encontraba en un rincón, sentada en el suelo y cubierta con la manta, temblando ante el miedo que tenía.

– E-Está bien.

– Primero que nada, el lugar. ¿Puedes identificar en dónde te encuentras?

– No sé dónde estoy. Estoy encerrada dentro de un camión. Ah...Cuando íbamos por la carretera pude ver un letrero que comenzaba diciendo "Nagano". En este momento estamos dentro de un edificio.

– Takada, eres la vocera de Kira. ¿Recuerdas lo que te comenté sobre la posibilidad de que tu vida estuviera en peligro?

– Sí, lo recuerdo.

– Te comenté qué es lo que se suponía que debías hacer en esta situación, ¿Lo recuerdas?

– Lo recuerdo...Las cosas que Light dijo que hiciera... –apretó el trozo de libreta y el bolígrafo que tenía en su mano. Seguía temblando.– Lo hice.

– ¿Las hiciste?

– Aún cuando estaba totalmente desnuda, no pude resistir...y fue como Light dijo, poniendo el permanecer viva como prioridad...Hice todo...Light, he hecho todo lo que me dijiste que hiciera, ¡Apúrate por favor! –pidió, mientras sus ojos se cristalizaban.– ¡Sálvame!

– Takada –interrumpió.– Sabes qué tienes que hacer ahora, ¿Cierto?

Ella se sorprendió, el contrario se oía más serio que preocupado.

«Hacer todos los juicios posibles...», recordó.

– Lo sé, pero Ligh-

– ¿Puedes hacerlo?

La mujer exclamó sorpresa, mientras su labio inferior temblaba y las lágrimas comenzaban a correr.

– P-Puedo...

Takada comenzó a llorar, mientras la llamada se cortaba.

Una motocicleta frenó fuera de aquella vieja capilla. Mello le dio una mordida a su chocolate y se acercó a esta. La chica que conducía se quitó el casco y lo miró.

– Hey, 'Willy Wonka' –sonrió.

– Corinna, la doncella del mal –sonrió.

– Tú y Matt me deben la vida.