💎 VI: Herida

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❝El propietario del cuaderno podrá ver y oír al propietario original, un shinigami❞




Tn se encontraba desayunando, estaba sola en el apartamento pues su amiga se había quedado a dormir en casa de su novio; mientras comía su cereal, oía las noticias en la televisión.

– Esta mañana se encontró muerto en el penal a Haruo Sato, de 37 años, quien había sido condenado a 40 años por el asesinato de su esposa –dijo el reportero.– En otras noticias, se encontró también muerta a la Doctora Astrid Evans.

La joven abrió los ojos con sorpresa y tomó el control remoto, para subir el volumen.

– Ella era científica del NIAID quien, hace poco más de un año, había participado, junto al detective L, en la búsqueda y detención de una banda eco-terrorista quienes habían robado un peligroso virus de las instalaciones del NIAID. Aún no se han revelado los detalles de la autopsia, pero todo indica una muerte natural, aunque algunos teorizan un suicidio. Su padre, el actual Senador del Estado de Maryland, Estados Unidos, expresó su dolor ante los medios, pero se ha negado a decir más nada.

– ¿Doctora...Evans? –murmuró.– ¿Dónde oí antes ese nombre?

Suspiró y tomó su teléfono, entrando a la zona de noticias. Leyó una de la más recientes noticias: una estrella de internet había muerto la tarde de ayer en un trágico accidente vial en medio un livestream, siendo su muerte vista por muchos de sus seguidores. Le dio un sorbo a su café, sintiendo cierto escalofrío. Dejó el teléfono y tomó el cuaderno, observándolo con detenimiento.

– Una libreta capaz de matar con sólo escribir un nombre en ella...Suena utópico...como una ficción...

– Pero no lo es –dijo una misteriosa voz.

La chica giró rápidamente, viendo tras ella a una extraña criatura blanca, su cuerpo parecía un esqueleto extraño. Se sobresaltó, perdiendo el equilibrio y cayendo al suelo.

– ¿Q-Qué...? ¿Qui-Quién...eres...? –tartamudeó, con su respiración agitada.

– Mi nombre es Rem –se presentó.– Soy un shinigami, esa libreta era mía, yo la dejé caer.

– ¿Shi-Shinigami...?

– No te preocupes, no vengo a hacerte nada –señaló el cuaderno.– Esa libreta es tuya ahora, puedes usarla o dársela a alguien más, pero si lo haces tendré que borrar tus recuerdos. Yo sólo vengo porque debo estar aquí, el shinigami debe seguir al humano que posea su Death Note.

– ...Seguirme, ah... –suspiró.– Ya veo –se levantó.– Y... –tomó la libreta.– Esto es una coincidencia o... ¿Fui elegida?

– Yo te elegí. El shinigami que poseía ese Death Note murió por ti, así que esa libreta ahora es tuya.

– ¿Un shinigami...murió...por mí? E-Espera, son dioses de la muerte, pero ¿Ustedes pueden morir?

– Las condiciones son muy justas, y generalmente no ocurre, pero puede darse el caso.

– Entiendo... –sonrió.– Genial –abrazó la libreta.– Entonces ahora es mía...y puedo usarla como yo quiera.

– Así es.

Tn sonrió, los shinigamis no le aterraban.

– "Rem"...Tienes un bonito nombre.

– ¿Ah?

La chica rió. La shinigami sólo la observaba.

[Hotel Teito]

– L –llamó Watari, entrando al cuarto de hotel.

– ¿Qué sucede? –bebió su café.

– Tengo...malas noticias.

El detective bajó la taza y miró al mayor con curiosidad; aquel se veía algo decaído, triste.

– Es sobre la doctora Evans, ella...ha muerto.

L abrió los ojos con algo de sorpresa. Watari le entregó un paquete al joven; este lo tomó y abrió, sacando una carta y varias cosas.

– ...Llama a Roger –lo miró.– Dile que necesito hablar con Near.

– Entendido.

El hombre se retiró.

Tras investigarlo un poco, el detective se enteró de que la muerte de la doctora había sido provocada por Kira y, debido a su relación con aquella mujer, su muerte lo molestó mucho, y, sobre todo, lo hizo detestar aún más a Kira. Al estar seguro de esto, el pelinegro contactó con uno de sus sucesores, Near, y con la niña quien también había estado en el caso del año pasado, Maki; los contactó por separado, dándoles a ambos la terrible noticia.

[Días después]

Era de noche ya, y como cada noche de semana, Light se encontraba caminando a casa tras sus clases nocturnas.

– Light, ¿Tienes un minuto?

– Ya te lo dije, no me hables cuando estoy en público.

– En ese caso, yo hablo y tú escuchas; si no quieres oírme, tápate los oídos. En principio no tengo nada en contra tuya, de hecho creo que el Death Note no pudo ser recogido por mejor persona, debo permanecer aquí hasta que la libreta se termine o te vea morir, lo que suceda primero, pero que quede claro Light, no estoy de tu lado o del de L.

– Bueno, eso ya lo sabía.

– Nunca me oirás decirte si lo que haces está bien o no, no estoy aquí para apoyarte o darte mi opinión, sólo soy un espectador, pero podrás escucharme decir alguna cosa de vez en cuando

– ¿De qué se trata, Ryuk? Estás hablando mucho, no sueles ser así.

– Es sólo que no voy a ser tu aliado, o de Kira si lo prefieres, la única razón por la que te diré esto es porque ya empieza a fastidiarme.

– ¿De qué estás hablando?

– Te está siguiendo un humano y te observa ahora mismo.

Light se detuvo de pronto y miró de reojo por sobre su hombro. La persona que lo seguía se ocultó. El joven volvió la vista hacia adelante y continuó caminando.

– Se está volviendo muy molesto. Sé que no hay forma de que me vea, pero como siempre te sigo a todos lados siento que me observan constantemente.

«Esto es un problema, tendré que deshacerme de él rápidamente», pensó el humano.

Alumina 💎 Light YagamiWhere stories live. Discover now