Capítulo 10.

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—Todo está bien, Lorraine.

— ¡¿Cómo puede estarlo?! ¿Te hirieron? ¿Te golpearon o amenazaron? ¡Dime, Destiny! ¡Dime que te encuentras bien!

Doy un largo suspiro y espero a que los gritos de Lorraine frente a su puerta se acaben. Lleva así desde que la noticia salió en los medios, no habían pasado ni unos cuantos minutos y las televisoras ya tenían la versión de la historia, hasta Donovan, quien fue amable y preguntó por mi estado, no se quedó atrás y me abarcó por completo sobre lo sucedido.

—Todo está bien, te lo juro. Logre salir de ahí, nadie me amenazó, al parecer solo querían público para que la notica fuese esparcida y así intimidar a los demás activistas.

Lorraine se lanza sobre mis brazos, permanecemos así unos minutos hasta que deja de sosollar sobre mi hombro izquierdo y yo le prometo ser más cuidadosa. Cuando todo acaba, me permite entrar a su casa; un apartado de una planta con paredes blancas, dos habitaciones, sala de estar y un chico pecoso que me mira con desinterés desde un sofá. Sí, todo eso incluido.

—Hola, Phil —saludo con un gesto al hermano menor de Lorraine.

El chico de unos diecinueve años asiente con su cabeza ante mi saludo, luego regresa a lo que sea que esté haciendo en su laptop, ignorando por completo todo a su alrededor.

—Disculpa a Phil, lo he encontrado esta mañana dormido frente a mi jardín —Lorraine habla en susurro, temiendo que su hermano la escuche.

—Casi mueres ahí, Destiny —dice el chico, llamando mi atención— existía un noventa por ciento de que esa asamblea terminara siendo una masacre.

Las mejillas de mi amiga ser tornan rojas de la furia, por lo cual, hago lo posible para distraerla de las palabras de su hermano, le pido regalarme un poco de agua, y ella gustosa camina hasta la cocina.

—Pero estoy aquí, tus números están mal, Phil.

Él levanta la mirada de su laptop, sé que le he dado en el ego, para él sus números son perfectos. Lo escucho chasquear con su lengua, y es así como no vuelve a molestar. Lorraine regresa con una botella de agua, y más tranquila me pide acompañarla hasta la sala.

—Los medios llevan hablando de ello desde hace horas, es una locura Des, ¿cómo es posible que haya personas con estómago para matar?

Bebo un poco de agua.

—Henry estaba ahí —le suelto.

Lore me mira, confundida.

—¿El mismo Henry que yo pienso? ¿Henry Lawrence?

Asiento dándole la razón.

—¿Qué hacía ahí? Son asambleas privadas.

Me encojo de hombros. La misma pregunta me lleva torturando desde que bajé de su auto a unas cuadras de aquí. Es obvio que un jugador de béisbol como él no debería de ver con este tipo de cosas, y mucho menos el encontrarse en un lugar de esos con un arma. Me dan escalofríos de tan solo pensar lo que pudo haber ido a hacer Henry ahí.

—Tengo un mal presentimiento, Lore —confieso— tenía un arma.

—¿Qué cosas dices? ¿Cómo sabes eso?

Tomo aire, miro hacia Phil, me encuentro tranquila ante el hecho que él está más interesado en su laptop que en la conversación que mantengo con su hermana.

—Porque Henry me sacó de ahí —le digo— nos encontramos en la salida. Cuando todo estalló fue él quien me protegió, luego sacó un arma.

Lorraine me escucha expectante, inclinada levemente sobre el regazo del sofá.

Hasta el Final #1 ✅Where stories live. Discover now