DESTINO

Capítulo 46: Cielo

- Si esta era tu disculpa te la puedes meter por el culo, me largo de aquí. Y por cierto a lo mejor deberías replantearte si yo era la fría o eras tú el que no me provocaba nada- veo su cara cambiar en un segundo, y se que mis palabras han logrado enfurecerlo. 

- ¿No te provoco nada?- me pregunta dando un paso más hacia mi. Levanto la mirada encarando.

- Me provocas asco, y me da pena ver en lo que te has convertido- se empieza a reír y un escalofrío me recorre de pies a cabeza, miro a mi alrededor pero no hay nadie, no tendría que haberle dejado mi bolso a Stephen, sino ahora tendría mi móvil y podría llamarlo.

- ¿Asco? Eso vamos a comprobarlo muñeca- me da un empujón por los hombros que hace que mi espalda choque con la pared, enseguida me pongo en alerta. Intento gritar, pero al ver mi intención me tapa la boca con su mano, siento como me falta el aire e intento pegarle, pero me agarra de las manos. Su cara se dirige a mi cuello y siento arcadas cuando su olor a alcohol me invade. Levanto la pierna clavándole el tacón en el pie, parece que no se lo espera porque se aparta agarrándoselo. Aprovecho esa distracción para salir corriendo lo máximo que puedo. No tarda mucho en recomponerse y venir tras de mi.

- ¡¡Eres una puta!!- su grito suena más cerca de lo que creía, empiezo a gritar y parece que me escuchan porque al segundo me choco con el pecho de Stephen.

- ¿Qué pasa?- me examina de arriba a bajo preocupado, pero enseguida me tiro a sus brazos abrazándolo desesperadamente. En el segundo en el que levanta la mirada siento su cuerpo tensarse bajo mis brazos. No es muy difícil deducir que es lo que ha pasado.

- ¿Te ha tocado?- veo aparecer a Michael también y enseguida se que esto no puede acabar bien.

- Por favor Stephen vámonos de aquí- quita con cuidado los brazos que tengo a su alrededor, pero su mirada no se encuentra con la mia en ningún momento. Esta mirando al frente y tiene la misma mirada que pone cuando tiene un combate. 

- Michael quédate con ella- no, no, no, no, no, enseguida los brazos de mi novio son sustituidos por los de mi primo que me abraza ante mis temblores. 

- ¿Qué? ¿Me vas a pegar? No te tengo miedo- veo como se cruje los dedos, nunca lo habia visto tan furioso como ahora.

- Stephen por favor, vámonos- intento escaparme de los brazos de Michael.

- Dime, ¿disfrutas con ella en la cama? Porque cuando estaba conmigo era imposible darme placer, solo hay que verla.

Un grito sale de mi cuando Stephen impacta su puño en su mandíbula tirándolo al suelo. Se pone cuclillas agarrandolo por el cuello de la camisa. 

- Llevo todo el día aguantándome las ganas de partirte la cara. Te crees que no me daba cuenta de las miradas que le dabas a mi novia. Eres un puto cobarde que tiene que llevar a las mujeres a pasillos oscuros para aprovecharte de ellas- Le suelta dandole una patada en las costillas. Abre y cierra sus manos rápidamente, y ahora su voz se dirige hacia mi.

- ¿Qué te ha hecho?

- Stephen por favor.

- ¿Qué- te- ha- hecho?

- Me ha acorralado contra la pared y me ha besado el cuello- desde aqui puedo ver los músculos de su espalda tensarse.

- Yo lo mato- susurra Michael pegado a mi. Se agacha a su altura y le susurra algo que no soy capaz de escuchar. Seguidamente lo agarra arrastrando hasta mi.

- Pidele perdon- le espeta dejándolo a mis pies. Creo que le ha roto la nariz por toda la sangre que sale de ella. Ante su silencio Stephen lo apreta mas fuerte.