DESTINO

Capítulo 4: No me caes mal

POV STEPHEN

- Pedazo de pivones- escucho decir a Marco a mi lado. Levanto la mirada y miro hacia la puerta quedándome sorprendido.

- La rubia es mía- dice David levantándose de su sitio.

- Tranquilo la morena esta mejor- dice por lo bajo. Gruño ante su comentario. Hoy el angelito no se ve tan ángel, la recorro con la mirada mientras se acercan a la mesa. Dios mío esas piernas no son buenas para mi autocontrol, subo la mirada y no puedo evitar morderme el labio ese top no deja mucho a la imaginación. Veo que no soy el único que la esta analizando por lo que aparto la mirada apretando la mandíbula.

POV CAROL

El bar no tiene tan mala pinta como esperaba, me gusta la decoración. Nada más entrar recibimos unas cuentas miradas y me siento un poco cohibida pero al segundo llega David para llevarnos a la mesa.

- Morena estas espectacular me disculpo por adelantado si mis amigos te incomodan con sus comentarios- asiento con la cabeza no sabiendo muy bien a que se refiere, de todas formas estoy acostumbrada a tratar con gilipollas. Al llegar a la mesa siento varias miradas analizarme por lo que me escondo un poco detrás de Mónica.

- Chicos esta es Mónica mi novia asi que ni se os ocurra acercaros y ella es Carol.

- ¿A ella nos podemos acercar?- dice uno guiñando un ojo, miro hacia otro lado un poco incómoda.

- Eso lo decide ella pero no la asusteis. Chicas ellos son Marco, Carlos, Jake y bueno Stephen que ya lo conocéis- este ultimo todavía ni ha levantado la vista de su bebida.

- Encantada chicos- dice Mónica.

- Hola- digo sonriendo intentando tranquilizar mis nervios, nunca he sido una persona muy social.

- Ven Carol siéntate aquí- me dice el tal Marco que no ha dejado de mirarme, Mónica me mira para que le haga caso y decido sentarme a su lado quedándome también sentada al lado de Stephen y en frente mía Mónica que me esta guiñando el ojo.

Llevo toda la noche aburrida, Marco no para de ligar conmigo y ya me está incomodando mucho. Monica está a lo suyo y he intentando establecer una conversación con Stephen ya que es al único que conozco pero no ha durado más de tres palabras, parece que está enojado y no entiendo por qué.

- ¿Entonces te apetece quedar mañana?- miro a Marco con cara de interrogación, estaba en mi mundo y no me había dado cuenta que me estaba hablando.

- Eeehh mañana no puedo- digo apartando la mirada.

- Tengo toda la semana libre puedes elegir día- dice guiñándome el ojo.

- Tio no ves que no quiere nada contigo, ¿no pillas las indirectas o que te pasa?- me giro sorprendida con la intevencion de Stephen. No tenía que ser tan brusco con el. No estoy acostumbrada a rechazar a gente porque no se suelen fijar en mí pero no quería hacerlo tan bruscamente.

- ¿Bueno eso lo tendrá que decidir ella no?- ahora las dos miradas están puestas en mi.

- Eehh... yo... Marco yo lo siento pero ahora no quiero conocer a nadie, mi vida es un lío- veo como mira a Stephen con los puños apretados mientras éste sonríe victorioso bebiendo de su cerveza- Voy a la barra a pedir algo- salgo corriendo de ahí sin escuchar ninguna contestación. No aguanto tanta tension. Se que tengo que relacionarme más con la gente pero mi timidez me lo impide.

- Ponme algo fuerte- le digo al barman cuando llego, necesito soltarme un poco. Al minuto tengo mi bebida y me lo bebo de un trago. Noto rápidamente como hace efecto en mi cuerpo.