Capítulo 42: No estás sola

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POV STEPHEN

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POV STEPHEN

Aparto un mechón rebelde de su dulce cara mientras observo sus labios medio abiertos. He aprovechado que está dormida para comprar el pasaje de ida y vuelta. Con lo cabezona que es sé que lo querría pagar ella, y es que todavía me quiere pagar la mitad del alquiler y no entiende que no voy a coger nada.

Ante mis leves caricias se remueve en la cama acercándose más a mí. Ese gesto hace que se le levante la camiseta que llevaba puesta dejando a la vista sus braguitas y la mitad de su panza abultada. Ahora le ha dado por dormir con mis camisetas porque no se le pega tanto y está más cómoda, y yo me muero cada vez que la veo.

Con cuidado y con una sonrisa traviesa voy descendiendo hasta llegar a sus piernas. Voy depositando besos desde la parte posterior de sus muslos hasta el interior. Un pequeño gemido sale de ella cuando voy ascendiendo. Alzo mi vista viendo como se está mordiendo el labio mirándome fijamente con lujuria. Va a decir algo, pero le hago un gesto para que calle, quiero hacerla disfrutar.

Mis besos van subiendo hasta que llegan a sus dulces braguitas, una sonrisa surca mi boca cuando levanta la cadera.

- Stephen...- dice en un murmuro. Empiezo a repartir besos por encima de ella viendo que ya está mojada. Me encanta la niñata y sus hormonas. Retiro su ropa interior de un tirón mientras que con la otra mano voy ascendiendo para quitarle mí camiseta y dejarle en todo su esplendor.

Voy subiendo mis besos desde su barriga hasta sus pechos mientras que voy masajeando su zona de placer escuchando sus gemidos. Me entretengo de más en sus tetas hinchadas antes de llegar a sus labios y devorarlos lentamente.

- Me vas a volver loca- murmura en medio de un suspiro.

- Bienvenida a mi mundo cariño- murmuro entre sus labios. Una pequeña risa es opacada cuando arquea otra vez la espalda de placer. Vuelvo a bajar mis besos hasta que me posicionó entre sus piernas. Acerco mis labios empezando a soborear viendo como agarra las sábanas fuertemente. Lo único que se escucha en la habitación son sus gemidos y mis movimientos.

- Stephen... voy... voy a...- no la dejo terminar aumentando mi ritmo sintiendo como se termina de venir. Me levanto posicionandome a su lado viendo como su pecho sube y baja por su respiración agitada.

- Decidido, quiero que me despiertes así todos los días, se ve todo de otra forma- una carcajada me invade mientras paso mi brazo por su cintura escondiendo mi cabeza en su cuello para poder besarla. Joder, me encanta este punto de su cuerpo. Nos quedamos unos segundos en esa posición con el único sonido de nuestras respiraciones inundando la habitación.

- Stephen...- incorporo la cabeza para poder mirarla de frente.

- Dime- una sonrisa tímida se forma en su cara y es el gesto que me hace falta para saber qué va a pedirme algo.

- Quiero tortitas con nutella- niego con la cabeza divertido dejándome caer boca arriba en la cama.

- Tus antojos van a acabar conmigo- ahora es ella la que se reincorpora poniéndose encima mia.

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