Stephen no ha tenido una vida fácil. Tuvo que hacerse cargo de su madre y de su hermana pequeña cuando su padre los abandono y aunque no esta muy orgulloso de dónde saca el dinero sabe qué es lo mejor. Él es el boxeador más temido por todos, nadie s...
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POV STEPHEN
Este fin de semana no ha salido como tenia planeado, pero volvería a vivir el día de ayer una y otra vez, una sonrisa involuntaria escapa de mí al recordarlo, no sé que me esta haciendo el angelito. Pero tendría que aprender que la tranquilidad nunca dura mucho.
Escucho un ruido en el cuarto y cuando me levanto para ver qué ha sido aparece la niñata temblando echa un mar de lágrimas.
Me levanto corriendo acercándome a ella y estrechándola entre mis brazos. En el momento en el que mis brazos acogen su menudo cuerpo sus piernas dejan de funcionar. Me agacho con ella arropandola más a mí sintiendo la angustia invadirme. La observo intentando ver si se ha hecho daño pero no me deja separarme de ella.
- Angelito estoy aquí contigo tranquila- sus manos se aferran más a mi camiseta- Necesito saber que ha pasado, por favor- con manos temblorosas me tiende su móvil.
Al ver lo que hay en la pantalla mis puños se cierran hasta tal punto que pienso que voy a partir el móvil en dos. Un sollozo hace que se me parta el alma en dos volviendo a la realidad.
- Niñata no voy a dejar que te pase nada- con mi mano libre acaricio su pelo intentado transmitirle toda la tranquilidad que yo no tengo en estos momentos. Voy a matarlos.
"El tiempo atrás corre y con ello tu suerte. No podrás escaparte mucho tiempo"
Aparto la mirada de todas las fotos suyas que le han enviado, no me puedo creer que la hayan estado persiguiendo todo este tiempo. Joder, contacté con un antiguo amigo que me debía un favor y me dijo que todo estaba controlado, que no le iban a molestar más, una mierda. Mis manos arden por coger las llaves e ir a buscar a los malnacidos que se han atrevido a tocarla pero ahora mismo necesito que la niñata este bien.
La agarro con delicadeza y la elevo tumbándonos con cuidado en la cama dejando su peso sobre mi pecho escuchando como sus sollozos van menguando.
- Angelito no voy a dejar que te hagan daño- se aprieta mas a mi aferrando sus delicadas manos Ami cintura.
- No tengo miedo por mi- dice en apenas un murmuro audible- Tengo miedo de que te hagan algo a ti por mi culpa.
Algo en mi se remueve ante esa declaración.
- Soy el diablo nena, a mi nadie me puede vencer- una pequeña sonrisa se forma en sus labios y me siento satisfecho por haberlo logrado.
- No te pongas en peligro por mi, por favor- su mano se acerca a mi mejilla acariciandola suavemente- No soportaría que te pasara algo- deposito un pequeño beso en la palma de su mano.
- Vamos a tener un problema, porque yo tampoco soportaría que te pasara nada si yo puedo evitarlo.
Entre caricias y besos logro que se quede dormida y con mucho cuidado salgo de la cama arropándola bien antes de salir el salón. Agarro el teléfono echándome las manos a la cabeza.
