Capítulo 1:

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8 años después:

Taehyung se encontraba caminando por uno de los jardines de su castillo mirando las rosas rojas que tanto le gustaban a su madre y que quedaron a su cuidado, sus fosas nasales se llenaron con el dulce olor de aquellas rosas, cerro sus ojos disfrutando del viento que chocaba con su rostro, recordando como su madre le hablaba de su huerto, le encantaba esta tranquilidad.

Quería que ella vuelva, era difícil ser Rey y a veces necesitaba su consejo, había ascendido al trono a los 17 años y hoy a sus 25 seguía deseando que padres estén, estaba cansado y quería dejarlo todo. Pero solo la idea de la venganza lo ayudaba a seguir adelante, era un hombre un poco orgulloso.

-Taehyung -llamo Seokjin haciendo que su aroma llegue hasta Taehyung- Los del consejo están aquí.

-Lo sé desde que entraron a mis tierras. Diles que vayan a la sala de reuniones y que esperen ahí.

Seokjin asintió y camino de nuevo al castillo. Taehyung soltó un suspiro agotador, estaba cansado, hace un mes que empezaron atacar su reino y a dañado a familias del pueblo. Debía hacer algo al respecto pero no quería enfrentarse ante sus enemigos más poderosos.

[...]

Llevaba tantas horas sentado discutiendo sobre los ataques hasta el punto de empezar a dolerle el trasero, ya no aguantaba, no resolvían nada y siempre nombraban lo mismo... Seúl.

-¡Esto es traición! -el mayor de todos alzó la voz y golpeó la mesa llamando toda la atención, era el viejo Kim Tang- Majestad debemos iniciar una guerra, esto se puede salir de control.

-Eso es cierto, Majestad -intervino el más joven, Kim Sun- No podemos permitir que esto se haga más...

-¿Y debemos resolverlo con una guerra? -hablo el Rey- Si quieren una guerra la tendrán -los presentes no pudieron evitar sonreír, al fin el Rey iniciaría una guerra y podrían salir victoriosos- Pero no en mi Reino, ustedes creen que será la solución, pues yo creo que es una terrible decisión -algunos rostros se tornaron en preocupación y otros en enojo- Seokjin, envía una carta a Seúl que vengan lo antes posible.

-Majestad hemos enviado cartas desde que iniciaron los ataques ¿Cree usted que ahora se atreverán a contestar?

Era cierto, básicamente, Kim Sun tenía razón, Taehyung a enviado más de lo pensado, pero no quería iniciar una guerra, su pueblo y el pueblo de los Park no tenían la culpa de las decisiones de su Rey.

-¿Y por eso debemos masacrar a un pueblo libre de culpa? -la sala quedó en total silencio, sentiendose avergonzados- Eso pensé, ahora retírense y demos finalizada esta reunión -se levantó dispuesto a irse pero se detuvo por la voz de Kim Sun.

-Debemos actuar -Taehyung cerro los ojos odiaba esa voz y peor aún odia al dueño de esa voz- Su Majestad, queremos que nos escuche.

-Yo decido -miro por encima de su hombro y con voz firme y dura dijo- Ustedes solo opinan y decido que no habrá guerra. ¿Alguna otra cosa Sun?

-No Majestad.

Dicho esto camino hasta la puerta, estaba cansado, los ataques debían terminar pronto, estaba harto de enviar cartas así que si esta vez no respondían el iba actuar y esta vez ni el más inocente sobrevivirá, en el fondo si quería matar a Park pero no a su gente.

[...]

-Tae -llamo el Omega y Taehyung respiro profundo, le gustaba el olor a almendras de su mejor amigo- ¿Tae?

-No me llames así Hoseok.

-Lo siento pero... Decidieron algo en la junta o..

-Envié una carta -dijo mientras se posaba a su lado, viendo por las ventanas como todos se estaban yendo.

-¿Crees que responderán? -Hoseok giro un anillo en su dedo con nerviosismo, aquel anillo qué Taehyung regalo hace varios años ya.

-La carta fue enviada hace 6 días, 3 de ida y 3 de vuelta, si no llega hoy mañana mismo partire a Seúl.

-Si como si fueran a responder -respondio Hoseok- ¿Qué vas hacer allá?

-Si quieren guerra, guerra tendrán, no puedo seguir perdonando esto.

Su expresión era neutra, Hoseok odiaba ver a Taehyung tan decidido en algo. Era un hombre que evita las guerras por no querer lastimar a la gente pero cuando la aceptaba era muy cruel y despiadado.

-¿Qué es ese olor? -dice Hoseok al tiempo que profundizaba su olfato- Huele a Omega, pero no es un aroma familiar y también huele a Alfa.

-No lo sé pero, es muy fuerte y no me deja...

Un grito fuera del castillo interrumpió al Alfa rubio que se trataba de concentrar en esos olores.

-SEÚL SE PRESENTA ANTE BUSAN!!!

"Están aqui"

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