Capítulo 23 - Pasado, pisado

447 84 99
                                    

CALEB SPROUSE

Camino junto con Jackson hacia una de las mesas que hay vacías con una bandeja de comida en la mano. Cuando nos sentamos observo alrededor de la cafetería con determinación pero no encuentro a la persona que estoy buscando.

—¿A quién buscas, tío? —dice Jackson dándole un mordisco a su bollo, entonces niego con la cabeza.

—Escúchame Jacks, tengo algo que decirte —mi amigo asiente levemente esperando a que empiece a hablar —: si mi tío te pregunta o te lo encuentras en algún lugar le dices que anoche dormí en tu casa.

—¿Y eso por qué? ¿Acaso dormiste con Annie y no quieres que se entere o qué?

Me río interiormente al escuchar la expresión sarcástica que ha utilizado.

—Más o menos —digo dándole un mordisco a mí bocadillo.

—Espera… ¿Qué? —sonrío de lado al recordar a Annie abrazada a mí anoche —. ¿¡Lo hicisteis?!

Jackson lo ha dicho en un tono tan alto que varios alumnos se han girado para observarnos a nosotros.

—Aquí no te voy a contar nada, las paredes tienen oídos —murmuro —, y además ahí llega Matt —digo mirando hacia la puerta de la cafetería.

—Esta conversación no queda aquí. Hoy comes en mi casa, no hay más que hablar —murmura, sonríe y asiento.

Matt nos saluda y no tarda en sentarse con nosotros preguntándonos qué tal el fin de semana y por la respuesta de Jackson y por su inquietud, puedo percibir que mi amigo también tiene cosas que contarme. Justo antes de entrar a clase, mi tío me manda un mensaje diciéndome que se va a Roma a ver a Callum y que mi padre se quedará a cargo de la casa pero que se reunirá con mi tío allí.

Mi padre… 

Después de haber bajado por la ventana de Annie, he entrado en mi casa y afortunadamente no había nadie. Pero de esta tarde no puede pasar sin que hable con él. Annie tiene razón, tengo que escucharle, que me explique, que me diga cómo se siente y después de eso ya se verá lo que ocurre.

ANNIE EVANS

Abro los ojos alucinada al escuchar lo que me acaba de confesar Madison.

—Te dije que tú padre podría haber tenido algo que ver.

—Nunca lo hubiese podido llegar a imaginar la verdad —mi amiga suspira profundamente sentándose en el sofá de su casa —. Mañana cuando vuelva voy a hablar con él seriamente. Él es mi padre pero no tiene derecho a escogerme los novios.

—Exacto. ¿Así que pasasteis todo el fin de semana en su casa los dos solos?

—Sí —se muerde el labio tímida —. Le tuve que mentir a mis padres pero mereció la pena. Le quiero Annie, le quiero mucho.

Sonrío radiante al ver a mi amiga tan feliz, tan contenta.

—Lo sé, se te nota muchísimo y antes también. Entonces, ¿estáis de nuevo juntos?

—Se podría decir que sí —sonríe —. ¿Y tú y Caleb? Porque después de ese sábado que pasasteis fuera y de que anoche durmiese contigo eso significa que ya estáis juntos.

—No lo sé la verdad.

—Pero… ¿Pasó algo entre vosotros anoche?

—No, nada. Tan solo dormimos abrazados. No quiero ir tan deprisa, Mad.

—¡Por cierto! —dice dando un pequeño salto desde el sofá con entusiasmo —En dos semanas es tu cumpleaños.

—Sí pero desde hace algunos años no lo celebro.

Close  ✔️Where stories live. Discover now