Capítulo 06 - Negando lo innegable

815 88 97
                                    

CALEB SPROUSE

Una vez entro en casa subo las escaleras de dos en dos. La puerta de la habitación de mi tío está abierta, eso quiere decir que no está en casa, cosa que en estos momentos me alegra porque no estoy de humor para hablar. Entro en el baño echando el pestillo y abro el agua del grifo para que vaya cayendo el agua y  a continuación me desvisto. Joder, estoy sudado. El agua caliente hace que mis músculos se relajen. De repente la imagen de esos tipos me viene a la cabeza. ¿Por qué mi hermano se ha tenido que juntar con esa gentuza? Tengo ganas de decirle cuatro cosas y de patearle el trasero pero, me tendré que quedar con las ganas.

Salgo de la bañera e inmediatamente enrollo una toalla alrededor de mi cintura y a continuación cojo otra toalla para secarme bien el pelo. Cuando tengo la cabeza inclinada hacia abajo mientras me sacudo el pelo con la toalla me doy cuenta de que mi gorro está tirado en el suelo así que lo recojo poniéndolo sobre la pila del lavabo. Cojo mi peine desenredándome el pelo y empiezo a secármelo con el secador insistiendo justo en la greña que tengo al lado. Salgo del baño dirigiéndome a mi cuarto a vestirme y después de eso me coloco el gorro.

Cuando subo la persiana de mi habitación mi vista se dirige a la ventana de mi vecina. Esa chica rubia e insoportable que me planto clara el otro día; esa rubia que tiene cara de buena pero que las mata callando: Annie Evans. Y caigo en la cuenta de que hoy tendría que haber quedado con ella para hacer el trabajo. Mierda.

Bajo a la cocina a prepararme algo de comer. Finalmente me hago una hamburguesa con queso y me lo pongo en pan de hamburguesa con un refresco para beber. De repente escucho las llaves y poco después mi tío entra por la puerta.

—Hola —saluda cerrando la puerta —. Que aproveche.

—Gracias —respondo y cojo el refresco para darle un trago.

—¿Dónde has estado toda la tarde? Ha venido a buscarte Annie, teníais que hacer un trabajo o algo así.

¿Se ha presentado aquí? ¿Enserio?

—Sí, pero no he podido.

—Es la sobrina de Claire, nuestra vecina ¿sabías? Me ha parecido una chica muy amable y dulce.

—Ah… Vaya.

—Deberías ir a su casa y pedirle una disculpa por no haber ido a su casa.

—Ni hablar.

—¡Oh, vamos Caleb! ¿Qué te ha hecho esa chica para que seas así con ella? No te cuesta nada, ve y así concretáis para mañana u otro día.

—Está bien —pongo los ojos en blanco.

Cuando termino de comer friego los platos y subo arriba. Cojo mi cámara de fotos colgándola en mi cuello y la enciendo comprobando que las fotos siguen ahí. Salgo de casa diciéndole un adiós a mi tío y me dirijo a la puerta de enfrente. Justo antes de llamar al timbre me paro a pensar, ¿de verdad tengo que hacer esto? Pero sí, he actuado mal y debo disculparme. Qué remedio, ¿no?

—¿Caleb?

Abro un poco los ojos al escucharla. Me giro a mirarla. Lleva unos pantalones vaqueros con una camiseta de manga larga casual y con su coleta alta de siempre. Su mirada me transmite enfado, cosa que entiendo.

—¿No crees que te has retrasado un poco con la hora? —dice cruzando sus brazos, la expresión de su rostro es de molesta pero lo único que me produce es risa, ante lo que ha dicho y ante la expresión de su rostro.

—Lo siento, se me ha presentado algo urgente y no he podido venir.

—Mira, si no quieres hacer el trabajo conmigo dilo claro y lo hago yo sola, no tengo ningún problema —suelta acercándose a mi.

Close  ✔️Where stories live. Discover now