Capítulo 16 - Susy

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A la mañana siguiente, cuando me despierto y desbloqueo el móvil veo que tengo un mensaje de Annie.

“Caleb, me voy con mi tía, llegaré mañana pero no sé a qué hora. Me voy a dejar el móvil aquí, nos vemos el lunes. Si quieres ya me cuentas qué tal tu hermano cuando vuelva. Xx. “

Termino de despertarme por completo al leer ese mensaje. ¿De verdad tengo que esperarme un fin de semana a aclarar mis dudas? En fin, tendré que tener paciencia. Al fin y al cabo, creo que Annie se merece irse y despejarse después de todo.

Después de darme una ducha y de vestirme, bajo a la cocina a desayunar. Cuando bajo a la cocina me encuentro a mí tío bebiendo café mientras revisa su teléfono.

—Buenos días —saludo dirigiéndome a los armarios a coger mi taza.

—Buenos días. ¿A qué hora llegaste? No te oí llegar.

—Sobre las doce de la noche o así.

—Con razón… anoche caí rendido —dice mi tío dándole un sorbo a su café —Te perderías anoche la fiesta de aniversario del instituto.

—Así es —digo poniendo la leche a calentar —. Tenía pensado llegar pero el tren sufrió una avería.

—Oye, ¿qué tal sigue Callum?

—Igual —digo apartando el mechón que cae sobre mi frente.

—Más tarde llamaré a Salvatore para que me informe de cómo van las cosas —dice levantándose dirigiéndose al fregadero dejando su vaso de café —. ¿Qué vas a hacer ahora?

—Iba a ver a Annie a su casa pero ahora no lo sé, supongo que me iré a hacer fotos a algún sitio.

—Sí, lo sé. Annie y Claire se han ido a Verona, les he dejado la casa que tenemos allí.

—Vaya…

—¿Te estás haciendo muy cercano a esa chica, no? —mi tío sonríe de lado.

—Simplemente somos amigos.

“¿Desde cuándo los amigos se besan, Caleb?” —dice la voz de mi conciencia.

—Ya, bueno —expresa mi tío secándose las manos después de haber fregado lo que ha ensuciado —. Me marcho, te veo después.

Asiento. Coge la americana que tiene colgada sobre la silla, coge sus llaves haciendo un sonoro ruido y se marcha. De repente mi móvil vibra sobre la mesa. El nombre de Jackson ocupa la pantalla de mi móvil.

—Vaya, creía que estabas durmiendo —comento mientras me meto una cucharada de leche y cereales a la boca.

—Seguiría durmiendo si mi padre no me hubiese despertado —gruñe —. Me ha puesto de muy mala leche así que me voy a una cancha de baloncesto para desestresarme, ¿vienes?

—Joder con tu padre. Cuando está en casa siempre estáis discutiendo —niego con la cabeza.

—Y sobre todo cuando tengo una resaca de mil demonios —me río imaginando a Jackson llevándose la mano a la frente mientras se despereza en la cama —. ¿Quedamos en una hora? Quiero desayunar y tomarme una pastilla. Paso por ti con el coche.

—Está bien, no vemos —digo y cuelgo dejando el móvil sobre la mesa.

Sigo desayunando mientras veo una serie que están haciendo en la tele, hasta que de repente llaman al timbre. Me levanto a regañadientes y cuando abro la puerta me encuentro con la persona que menos me esperaba.

***

ANNIE EVANS

Cuando llegamos a la casa que Jack Sprouse nos ha prestado, me doy cuenta de que la fachada está pintada en varios colores y la verdad es que me gusta bastante. Por dentro la casa es parecida a la de mi tía, cocina y salón prácticamente al lado y las habitaciones arriba. La única diferencia es que aquí abajo hay un baño y arriba otro.

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