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UN BUEN BAÑO DE BURBUJAS ERA LO QUE EXTRAÑABA, le gustaba el sentirse relajada escuchando música, cerrar sus ojos y transportarse a otro mundo. Hoy iba a disfrutarlo como no lo había hecho en un largo tiempo, antes de que Harry lo arruinara todo.
—¿Qué demonios quieres? —pregunta anudando la bata, saliendo del baño. Ya se arrepentía de haberle dado la copia de la llave.
—Sé quién mató a Cassandra —dice. Megan aturdida, se recuesta contra la pared, mirando directamente sus ojos—. Megs, ¿Estás bien? —pregunta, con una mano en su brazo y otra en su hombro.
—Yo... Sí, sí —asiente sacudiendo la cabeza—. Tenemos que ir con Gordie, tenemos que decirle.
—¿Por qué? —arruga la nariz en desacuerdo—. Te lo contaré a ti, y tú se lo dirás al resto.
—No —niega, levantando la mano—. Saben que eres mi mejor amigo, creerán que te estoy ayudando. Gordie es el de la evidencia, vamos por él.
Megan no preguntó en todo el camino el nombre del asesino, imaginándose que le afectaría tanto como para chocar contra un árbol, agradeciendo que Harry estuviera detrás de ella, sus brazos envolviendo la cintura de ella para no caerse de la motocicleta, pero aún así proporcionando apoyo y ánimo. En casa de Allie, Harry les reveló al culpable.
—¿Que dijo qué? —preguntó Will a los chicos sin salir de su asombro.
—Dijo que busquemos un arma en casa de Dewey —responde Gordie.
—¿Dewey como Greg Dewey? —Grizz suena incrédulo, y con mucha razón—. Oye, ¿De verdad estás haciendo un batido de proteína en este momento? —sus ojos se mueven a Luke.
—Es para mí —aclara Megan—. Lo necesito —él asiente entendiéndolo, y Luke continúa.
—¿Por qué Harry no vino a decírnoslo él mismo? —Allie mira a Megan.
—Harry es un maldito cobarde.
Megan da un golpe a la barra, mirándolo mordazmente. —Cierra la puta boca, LeClair.
—Megan, tranquila —Becca la tranquilizó acariciando su brazo.
—A todo esto, ¿Por qué Cassandra? Greg ni siquiera la conocía, ¿Por qué le importaba?
—Quizá Harry lo incitó —sugiere Visser—. Tal vez hizo que confesara para desviar la atención de sí mismo.
—No —niega segura sobre su amigo—. Harry no haría eso, no es así.
—¿Le crees a Harry? —la pregunta es dirigida a Gordie.
—Va a sonar raro, pero sí —afirma el susodicho—. Cuando habló conmigo, se veía preocupado.
