💖 Phineas y Ferb (Phinbella) //EL DÍA QUE DESAPARECIÓ PHINEAS// 💖

Capitulo 20 - Historias (Parte 2)

Entonces Phineas levanto su rostro y me observo fijamente, su mirada estaba llena de tristeza, y en ese mismo momento, mi Pelirrojo alzó su mano para alcanzar y tomar la mía, sujeto mi mano con tanta delicadeza, que podía sentir como me transmitía su calor a través de su palma.

- Isabella: Si Phineas, me resultó horrible ver ello, pero... a pesar de ello, no nos habíamos rendido, ademas que esa roca nos dio indicios de tu paradero.

Al decir eso a Phineas, comenzó a apretar mi mano como si no quisiera soltarse de ella, y después de ello, me miró con una sonrisa en su rostro.

- Isabella: Olvidemos por el momento ese detalle Phineas, síguenos contando de favor.

- Phineas: Esta bien.

Entonces Phineas una vez que estaba más tranquilo, prosiguió con la historia.

- Phineas: Una vez que me aferre a la roca con todas mis fuerzas, pude percatarme que a mi derecha había una rama lo suficientemente pronunciada para lograr acercarme a la orilla del rio; solo que, estaba a contracorriente de esa rama, trataba de alcanzarla, pero no podia estirarme lo suficiente.

- Katie: Y Que paso después.

- Phineas: Mis fuerzas iban disminuyendo poco a poco, pero aun así, en mi mente solo podía pensar, que rendirme no era una opción, debía alcanzar esa rama a toda costa, ya que solo podía pensar en querer ver a mis seres queridos.

- Milly: Que lindo pensamiento.

- Phineas: Eso era lo único en lo que pensaba, pero la rama estaba tan cerca y tan lejos de mi a la vez, pero... como caído del cielo, un gran pedazo de tronco se acercaba hacia mí, lo suficientemente grande para lograr pasar al otro lado del rio, pero...

- Isabella: ¿Pero?

- Phineas: Pero la cuestión era... ¿cómo detenerlo?

- Adison: ¿Y cuál fue la idea para ello?

- Phineas: La respuesta yacía en la misma roca en la que estaba.

- Tropa: ¡¿Cómo?!

- Phineas: Lo que oyen chicas.

- Isabella: Creo que logro entender lo que hiciste, esperaste a que el tronco se detuviera por la misma roca en la que estabas ¿verdad?

- Phineas: Exacto, para ello me orille lo más posible de la roca, para que el tronco al chocar no me hiciera daño, pero...

- Isabella: Pero...

- Phineas: Pero cuando el tronco choco con la roca como yo quería, este también me impacto.

- Katie: ¡Que horrible!

- Phineas: Si, ese tronco había impactado en mi mano derecha, pero al menos aun seguía en la roca.

- Isabella: ¿Y que pasó después de ello?

- Phineas: Una vez que el tronco estaba atorado en la enorme roca, no había tiempo de pensar en el dolor, tenía que darlo todo en ese instante, pero la corriente se hacía cada vez más fuerte, pareciera que trataba de tragarme.

- Ginger: ¿Y al final qué pasó?

- Phineas: Con todo lo que me quedaba de fuerza, comencé a cruzar el rió con ayuda del tronco, logrando alcanzar la rama que me sacaría del agua, aunque debo mencionar, que entre más iba avanzando, mis manos se iban lastimando, pero a pesar de ello, mi voluntad era clara, ¡era ahora o nunca!

En eso Phineas respiro profundamente.

- Phineas: Y si, de un momento al otro, por fin me encontraba aferrado a la orilla del rió.

- Adison: No imagino todo el esfuerzo que diste a cabo en ello.

- Phineas: Se puede decir que me costo "sangre" He he he.

- Isabella: No menciones por favor eso Phineas.

- Phineas: Disculpa, tienes razón Isabella.

- Isabella: Y una vez que saliste ¿Qué prosiguió?

- Phineas: Me desplome pecho arriba, mi ojos solo apuntaba al cielo, me encontraba jadeando ahí tirado, mis brazos estaban estirados de lado a lado, producto del terrible cansancio que experimente en el helado rió, era tanto el dolor y el cansancio que tenía, que solo pude quedarme ahí tirado en el pasto, después de ello, alcance a escuchar como el tronco que me ayudo a cruzar el rió, se soltó de la roca para simplemente perderse de mi vista para siempre, al parecer Dios estaba de mi lado ese día, ya que si hubiera permanecido un minuto más sobre la roca, hubiera compartido el mismo destino de ese tronco.

- Isabella: Eso literalmente fue un milagro Phineas.

- Phineas: Creo que si Isabella.

- Isabella: Pero igual es admirable todo lo que hiciste para salir del peligro.

- Phineas: Diria que fue una combinación de ambas cosas Isabella, trabajo duro unido a un Milagro.

- Isabella: Continua por favor Phineas...

- Phineas: Después de ello, no estoy seguro de lo que sucedió después de ello, no se si me quede dormido, o simplemente me desmaye, sea lo que haya sido, el punto fue que al final había perdido el conocimiento.

- Isabella: ¡¿Qué?! ¡¿Estuviste expuesto al intemperie en ese estado?! ¡¿Que hiciste después?!

- Phineas: Esa es justamente la parte complicada de esta historia Isabella... esas memorias están en parte fragmentadas, y algunas de esas partes son extrañas de recordar.

Phineas comenzó a bajar poco a poco su cabeza, lo veía agitado, al parecer, tratar de recordar y explicar lo que le había sucedido lo estaba cansando.

- Isabella: Chicas, dejemos descansar un poco a Phineas, al igual que nosotras, él también está exhausto, y con lesiones.

- Phineas: He he he, si, de favor, solo denme unos minutos chicas.

- Tropa: Esta bien Phineas.

- Isabella: Descansa un momento por favor.

- Phineas: Diría que tú también deberías hacer lo mismo Isabella.

- Isabella: A ti te hace falta más que yo.

- Phineas: Tal vez, pero ese no es suficiente para no preocuparme por ti.

- Isabella: Extrañaba eso de ti Phineas.

- Phineas: Igual yo.

En ese momento, mi admiración por Phineas creció una talla más en el corazón, no podía creer todo lo que tuvo que hacer para escapar del rió, y en cuestión de minutos, agradecí mucho al cielo por estar una vez más reunidos, tal vez un poco lastimados, cansados, estresados sofocados y todo lo que termine en "ado"... pero reunidos al fin de cuentas.

Pero... en esos momentos solo una idea cruzaba por mi cabeza, volver a Danville, y llevar la agradable noticia de que mi Sabio Triangular estaba de vuelta, y más vivo que nunca.