En una Simple Expedición de rutina Encabezado por las Exploradoras, Phineas Flynn es invitado a ser parte de una expedición a las afueras de Danville junto con las demás chicas, todo resulta ir bien en el viaje al inicio de este, pero, no obstante...
Una vez que aclaramos el objetivo, Phineas y yo nos pusimos en marcha para iniciar con la búsqueda, el camino era un poco difícil, pero, cada minuto que pasaba con Phineas lo compensaba de sobremanera. Íbamos el y yo caminando por los bellos paisajes del bosques, muchos arbustos y algunas plantas pintorescas, como si fuera la escena perfecta para una pareja de enamorados, y así aprovechando la situación, me fui acercando poco a poco hacia a Phineas, hasta que...
Phineas: ¡! Isabella ¡!
Isabella: ¡¿Qué?! ¡¿Que sucede?!
Phineas: ¡¡Del otro lado del rio!! ¡¡Ahí están!! ¡¡Los Hongos que buscamos!!
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Antes de que pudiera tomar la mano de Phineas en ese momento, el hallazgo del Hongo enfrió de manera abrupta la escena, pero en fin, pensaba que más adelante tendría otra oportunidad de hacerlo.
- Isabella: Muy buena observación Phineas, vamos por ese hongo.
- Phineas: ¿Y cómo sugieres hacerlo?
- Isabella: Atravesando el rio por supuesto.
- Phineas: ¿Pero esa corriente no es demasiado para nosotros?
- Isabella: No te preocupes Phineas, las exploradoras y yo hacemos este tipo de cosas todo el tiempo.
- El Secreto es tener una buena soga y un gancho resistente.
- Nadar sería una locura.
Entonces, con naturalidad, saque de mi mochila la soga con el gancho que le había mencionado a Phineas, lo prepare cuidadosamente en mi mano derecho y me dispuse a arrojarlo con la fuerza suficiente para que esté cruzara hasta el otro lado del rio, agarrándose exitosamente en un tronco.
Isabella: ¿Listo Phineas?
- Phineas: Bueno, si has hecho esto varias veces, entonces no debe haber problema.
- Isabella: Antes de cruzar, ponte este cinturón de seguridad y amarrarlo en la cuerda.
- Phineas: Entendido.
Entonces, los dos comenzamos a cruzar el rio colgados cuidadosamente de la soga, la cuerda estaba bien sujeta y en buenas condiciones, todo parecía estar funcionando sin contratiempos, otro día de aventuras supongo, aunque la anchura del río era algo pronunciada, no había de que temer si contabas con las herramientas adecuadas, entre más nos íbamos acercando hacia los hongos, más pronto volvería a reiniciar mi "táctica". Sin embargo, no sabía que entre más avanzábamos Phineas y yo, algo fuera de mi control y de mi entendimiento se iba acercando.