Un 17 de Julio

"Se acaba el tiempo"

Luego de hablarlo, Amanda y yo decidimos que ya era tiempo de volver a casa.

A pesar de que insistí para que siguiéramos con el tratamiento, Amanda simplemente quiso terminar con esto. Me pidió que lo llevara devuelta a casa, con Amelia. Ya no más tratamientos, ya no más medicamentos, sólo nosotros tres.

La doctora Clare nos cedió la salida del hospital luego de que Amanda y yo habláramos con ella. Respetó nuestra decisión y nos deseó lo mejor. Dijo que si encontraban algún donador nos llamarían de inmediato.

Esa posibilidad ya la habíamos descartado. Sabíamos perfectamente que encontrar a un donador compatible era muy poco probable. Teníamos que aceptar las cosas, debíamos aprovechar los últimos días que nos quedaban juntos.

Durante toda una semana salíamos a caminar por la playa o íbamos de paseo a lugares cercanos a nuestra casa.

Quisimos llevar a Amelia a Orlando para visitar el parque de Disney, pero el viaje no era adecuado para las condiciones de Amanda.

Amelia no sabe que Amanda dejó el tratamiento. No ha preguntado porqué su mamá regresó a casa, está muy emocionada y feliz como para pensar en esa pregunta.

Sólo le rezo al cielo para que un milagro nos ayude a salvar la vida de mi esposa.

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[17 de Julio]

Extrañaba tanto esto.

Despertar con Amanda a mi lado, con su cabeza en mi pecho, su brazo rodeándome, su respiración tranquila. Es mi escena favorita del día.

Alzo mi brazo para acariciar su mejilla. Sus párpados revolotearon un poco antes de abrirse lentamente. Esos orbes verdes conectaron con los míos. Una pequeña y cansada sonrisa se formó en sus labios. Con un poco de esfuerzo, Amanda se alzó hacia mí para juntar nuestros labios en un beso suave y lento.

Sus labios, a pesar de estar secos y agrietados, siguen siendo mi droga perfecta.

Nuestro día comienza así, con un perfecto y cálido beso mañanero.

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[POV AMANDA]

Luego de un "delicioso" desayuno, hecho por Alexander y mi pequeña Amelia, el cual consistía en unos panqueques -unos un poco crudos y unos quemados-, decidimos pasar el día en la casa. No me sentía con muchas fuerzas como para salir de paseo, al menos no ahora. Por la mañana vimos algunas películas mientras disfrutábamos de unas palomitas de mantequilla.

Por la tarde, Alexander organizó un pequeño concierto junto a Amelia. Usaron disfraces de todo tipo para las coreografías, desde vestimenta de vaqueros, hasta trajes de cuero y pelucas, simulando ser estrellas de Rock & Roll. Cantamos canciones de Kiss, Pink Floyd, Queen y hasta de Aerosmith. Luego cambiábamos a otros géneros. Sin duda terminamos agotados pero con una risa que no podíamos detener fácilmente.

Preparamos la comida y toda la familia nos visitó por la tarde para disfrutar de mis manjares. Me encantó pasar tiempo con mi familia, hacía mucho tiempo que no estábamos todos juntos. Específicamente desde que salí del hospital. Lo único que hizo falta fue mi tía quien, según Margaret, tuvo que tomar un avión fuera de Florida. No dijo a dónde iba ni a qué, pero prometió volver antes de mañana.

Nos despedimos todos cuando ya había anochecido, dejaron la casa deseándonos una buena noche.

Ojalá y hubiera sido una buena noche...

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[POV ALEC]

Terminé de lavar los trastes que habíamos ocupado para la cena y me encaminé a la habitación de Amelia. Amanda ya se encontraba ahí, cantándole una canción a nuestra pequeña mientras ésta se quedaba dormida.

—Te amo, mi pequeño ángel —escuché susurrar a Amanda cerca del oído de Amelia antes de dejar un beso en su frente.

Amanda salió de la habitación y ambos nos quedamos admirando a nuestra pequeña en el arco de la puerta de su habitación. Apagamos las luces y cerramos la puerta.

Nos encaminamos nuevamente a la planta baja, tomé una delgada manta azul y Amanda y yo salimos de la casa. Paseamos un buen rato por la playa. Admirábamos el cielo oscuro y estrellado, sentíamos la arena fresca y fina en la planta de nuestros pies, disfrutábamos el sonido del oleaje del mar. Algunas gaviotas rebeldes podían escucharse por encima de nosotros. Todo a nuestro alrededor era tan tranquilo.

Nos adentramos a una pequeña zona de la playa que consistía en algo parecido a una jungla. No fueron muchos metros los que avanzamos para llegar a nuestro lugar favorito de la isla: La Cascada.

Una hermosa y pequeña cascada rodeada de un valle de pasto verde y flores en musgo. Los árboles rodeaban la pequeña cascada, dejando un espacio perfecto en la parte superior dejando entrar la luz de la luna.

Mientras yo extendía la manta encima del pasto, Amanda encendió un pequeño reproductor de música que había traído consigo. La música comenzó a sonar en nuestro alrededor e instintivamente nos acercamos el uno al otro. Amanda rodeó mi cuello con sus -ahora ásperas- manos mientras yo la tomaba de la cintura. Nuestros movimientos eran bastantes sutiles, tomábamos nuestro tiempo.

Mientras bailábamos, nos turnábamos para que uno de nosotros fuéramos quitando prendas de la ropa del otro. Terminamos piel con piel. El cuerpo de Amanda es tan delgado, sus huesos podían marcarse perfectamente, su piel morena y acaramelada se convirtió en un contraste más pálido. Y a pesar de eso...

No había mujer más hermosa que ella.

A la luz de la luna, con nuestra canción favorita sonando de fondo, con nuestros corazones desbocados, latiendo en un mismo ritmo, Amanda y yo fuimos uno nuevamente, hicimos el amor como si fuese la ultima vez que lo haríamos, como si nuestro tiempo se estuviera acabando...

Tal vez era eso, tal vez nuestros corazones nos estaban advirtiendo.

Tal vez nuestro tiempo sí se estaba acabando.

Y el próximo será el final...😓🍃 
Pero falta también el epílogo. 😊❤