"Sin miedo"

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-¿Qué pensarías...sobre...tener una...familia...?

[POV AMANDA]

¿Una familia? ¿Escuché bien? No estará hablando en cerio, ¿o si?

Sé -por el tono en su voz -, que está nervioso.

Pero...¿cómo contestar a eso? No quiero que malinterprete mis palabras.

Quité la vista del libro en mis manos y miré a Alec, quien tenía una expresión realmente nerviosa y sus ojos estaban llenos de preocupación y exasperación.

Hay un nudo en mi garganta que me impide formular las palabras, pero debo reprimir este sentimiento y aclarar las cosas con Alec.

-¿Estás hablando en cerio? -le pregunté de forma tranquila y cautelosa.

-Yo...yo sólo...tengo curiosidad. ¿Qué piensas al respecto?

-Alec...yo...no sé si estoy...lista.

Un pequeño y algo incómodo silencio se presentó entre nosotros.

Noté decepción en su mirada y decidí que era mejor el que Alec supiera la verdad, esto es algo que debemos decidir los dos.

-Alec, escucha. No hay nada que quiera más que tener una familia contigo. Pero...

¿Como le digo esto?

Tal vez no me comprenda, ¿o sí?

-No quiero repetir mi historia, Alec. Tengo miedo.

[POV ALEC]

¿Miedo?

¿Miedo a qué?

-Amanda, amor no entiendo lo que quieres decirme.

Y es la verdad. No sé a que se refiere.

La noto tensa y nerviosa. Y es que yo estoy igual. Tal vez no debí preguntar eso.

Tal vez aún no está lista.

Pero entonces ella habla:

-No quiero que me pase lo mismo que a mi madre.

Sus ojos brillan a causa de las lágrimas que comienzan a acumularse en sus ojos.

Ahora entiendo todo.

Entiendo su actitud, su miedo.

A lo único que reacciona mi cuerpo es a tomarla del rostro y unir nuestro labios. Luego de unos segundos, Amanda me corresponde el beso y enreda sus dedos en mi cabello.

Nos separamos por falta de aire. Me separo sólo un poco de Amanda, lo suficiente para ver sus hermosos ojos verdes.

-No debes temerle a nada, Amanda. Sea lo que sea, lo vamos a enfrentar, juntos, como siempre lo hemos hecho, mi amor.

Pude ver como se relajaba ante mis palabras.

-¿Quieres decirme a que le temes?- pregunté mientras me acomodaba en el sofá y la abrazaba, acercándola a mí. Guardó silencio por unos instantes; luego tomó mi mano, entrelazó nuestros dedos y dijo:

-Aunque no quiera aceptarlo, le temo al cáncer.

Su respuesta me sorprendió, y por supuesto que la entiendo, mejor que nadie. Yo también le temo. Tengo miedo a que se lleve a la mujer que amo más que a mi propia vida.

Quiero decirle que todo estará bien, que lo superaremos, que no debemos preocuparnos.

Pero le estaría mintiendo, me estaría mintiendo.

No dije nada, así que la abracé aún más fuerte y la dejé que continuara.

-Tengo miedo a que el cáncer me arrebate todo lo bueno que me ha pasado en la vida. ¿Qué pasa si en medio del embarazo el cáncer empeora y pongo en riesgo la vida de nuestro hijo? Alec, yo...no quiero que los médicos te den a elegir a cuál de los dos salvar. No quiero que mi historia se repita.

Amanda se separó de mí unos centímetros para verme a los ojos.

-Sé que voy a morir, eso es seguro y lo sabemos Alec. Cada día estoy más agotada y no han encontrado donadores de médula ósea. No quiero que nuestro hijo crezca sin una madre. No quiero que crezca sin mí. Ya suficiente tengo con saber que estarás sin mi cuando me valla.

Ciertamente la entiendo, si yo estuviera en su lugar tampoco querría eso.

-Amanda, mi amor. Mírame. -acune su rostro entre mis manos y besé cada lágrima que resbalaba por sus mejillas. -Cariño, te amo. Y te prometo que nada de eso va a pasar. Tú no morirás. Debemos mantener la esperanza de que todo irá bien. Te prometo que todo irá bien.

-¿Cómo estás tan seguro?

-No lo estoy -dije con sinceridad. - pero sólo espero lo mejor. No debemos limitarnos a no disfrutar los mejores momentos que tenemos juntos. Amanda, yo también le temo al cáncer; temo que te lleve de mi lado. Yo no podría vivir sin ti, te has vuelto el aire que respiro. Te amo más que a nada y no creo que pueda seguir sin ti. Tú no morirás y punto. Te prometo que tendremos una vida larga y feliz, juntos. Vamos a lograrlo Amanda. Por que pase lo que pase, nuestro hijo o hija nunca estará solo, siempre me tendrá a mi. No pienso darle la espalda.

Durante varios segundos Amanda sólo se dedicó a observarme con el ceño levemente fruncido, el cual desaparecía poco a poco, mostrando una expresión cálida y suave.

Libre de preocupación, pero llena de decisión.

-Alec, debes ser totalmente sincero. ¿De verdad quieres esto?

Me acerqué a su rostro, depositando un suave beso en su su labios y con una sonrisa contesté sin vacilar.

-Completa y definitivamente. Quiero esto.

-¿Aún si existe el riesgo durante el embarazo?

Claramente no pondré en peligro a mi hijo, ni mucho menos a Amanda.

-Existen...otras alternativas.

Me miró confundida, pero su expresión cambio al entender a que me refería.

-¿Te refieres a... adoptar?- asentí.

-Sólo si estás de acuerdo.

Amanda me observó, su semblante mostraba alegría total.

-¡Es una idea maravillosa, Alexander!

Sus brazos me rodearon, sujetándome fuertemente debido a la felicidad que inundaba todo su ser.

Ésta es la mujer de la que me enamoré.

Nuevo capítulo. 😍❤🍃
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Gracias por seguir leyendo. 🙈

Un 17 de Julio Where stories live. Discover now