Introducción

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"Un 17 de Julio"

Alexander Lightwood, o más bien, Alec Lightwood. Nunca le gustó su nombre completo; vivía junto a sus padres y hermanos Isabelle y Jace, en una enorme casa en Nueva York.
Su familia era muy tradicional, especialmente sus padres quienes decidieron que entre hermanos, el mayor sería quien se casara primero, para que el resto de sus hermanos pudieran casarse también.

Para la mala suerte de Alec él era el mayor de los hermanos Lightwood. No es que fuera algo malo, pero para Alec era muy difícil mantener una relación, además de que a él no le gustaba salir todo el tiempo con chicas.

Pero todo esto tenía una razón, Alec tuvo una experiencia desagradable con una de sus "ex", aunque a él no le gustaba hablar de ello.

Su hermano Jace, siempre le organizaba citas a ciegas, pero Alec nunca mostró interés en ninguna de las chicas.
Ellas creían que era un chico amargado, pero Alec no quería lucir así, es sólo que se prometió a sí mismo no volver a amar a nadie después de lo que pasó con su "ex".

A pesar de que el negocio familiar era su legado, a él no le interesaban esas cosas sobre negocios, le interesaba más la lectura, poesía y le encantaba escribir. Él tenía una pequeña librería en un callejón solitario por las calles de Nueva York , aunque a él le gustaba, era acogedor y siempre conocía a gente interesante.

Un día, mientras estaba en la cocina tratando de calentar la cena que comieron hace unas horas, sus padres entraron a la cocina y llamaron a sus hermanos para escucharlos. Alec estaba confundido por la actitud de sus padres, quienes estaban tan alegres que hasta sus hermanos se sorprendieron.

—¡Alec, tenemos grandes noticias! —exclamó su padre en un teno de aleggría.

—¿Qué pasa? —Alec preguntó confundido.

—¿Recuerdas a mi amigo del trabajo, Michael?

—Sí, ¿qué pasa con él? —Preguntó Alec aún confuso.

—Nos dimos cuenta de que te está tomando mucha dificultad encontrar a la chica correcta, pero tienes que pensar en tus hermanos Alec, Jace tiene a esa hermosa chica con la que sale y estoy seguro que querrá casarse con ella en poco tiempo y...-—su padre suspiró—. Alec te casarás con la hija de Michael, Lydia.

Su padre terminó su sentencia y miró a su hijo quien tenía una cara de impresión.

Alec no sabía cómo sentirse, en ese momento se sentía enojado, confundido y a la misma vez decepcionado de sus padres; el hecho de que lo obligaran a casarse con una mujer que ni siquiera conocía, ni mucho menos amaba.

—¿Alec? —Isabelle preguntó unos segundos después, cuando vio la expresión de su hermano.

—Yo...sólo...tengo que ir...tengo que ir a la librería, los veré en la cena.

Alec respondió con una voz débil y salió de la casa sólo tomando sus llaves y celular.

Llegó a su librería en menos de veinte minutos e inmediatamente colgó su letrero en la puerta indicando que estaba abierto. Se sentó en su escritorio y tomó un libro en sus manos fingiendo leer, cuando en realidad sólo estaba pensando en lo que acaba de ocurrir hace unos minutos con sus padres.

Se sentía demasiado confundido y a la misma vez un poco preocupado por Jace. Su padre tenía razón, él sabía que Jace quería proponerle matrimonio a su novia Clary, con quien levaba ya cuatro años saliendo. Se sentía mal por eso pero tampoco quería casarse con alguien a quien no ama.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando escuchó que alguien se aclaraba la garganta fuertemente. De inmediato bajó el libro y lo colocó en el escritorio, sólo para ver esos hermosos ojos verdes. Parecían hermosas piedras de esmeraldas, tan brillantes y magníficos.

No podía creer lo que tenía delante de él.

Chicos esta es la introducción a la historia.
Espero que les guste mucho.
Será una historia larga pero muy impactante. ❤🍃

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