⊱paparazzi✿ziam⊰

diecinueve

Liam se marcha a primera hora del martes. Y con el rostro adormilado y la mirada fulminante, Zayn está de pie abrazándose a si mismo mientras Liam habla y da por sentado lo mucho que Zayn lo extrañará durante los siguientes meses.

Por supuesto, Zayn no refuta. En su lugar, permanece en silencio y lentamente se va acercando a Liam hasta que están abrazándose. Zayn quiere culpar por ello al sueño, pero no será justo.

Liam ríe, dándose cuenta de que el moreno está más dormido que despierto. Lo siente por el silencio, la forma en que respira o como sus preciosos ojos están apenas abiertos. Pero también es por la forma pesada en la que Zayn está recostado contra él.

Guardando silencioso por unos minutos, Liam cierra sus ojos y aspira el aroma de Zayn mientras lo aprieta contra él. Intenta impregnar sus fosas nasales con el delicioso aroma de la colonia de Zayn mezclado con su propio aroma natural. Él ha estado parloteando acerca de cuánto Zayn lo extrañará, pero la verdad es que los siguientes meses para él serán lo suficientemente difíciles porque sabe perfectamente que extrañará mucho a Zayn. Demasiado, para su gusto.

Comienza a ponerse inquieto mientras sus pensamientos van un poco más profundo, así que muy a su pesar y suspirando temblorosamente aparta a Zayn de sus brazos.

—¡Bien! —dice, intentando que su voz suene normal. —Es hora de irme, mi amor. Prometo llamarte o textearte tan seguido como pueda, tú extrañame y llora por mi en lo que vuelvo, ¿de acuerdo?

Zayn bufa y rueda sus ojos, pero sonríe. Y Liam se contagia.

Acercándose por última vez, lo abraza cortamente de nuevo y ésta vez deja un beso sonoro en la mejilla de Zayn. Y entonces está alejándose velozmente y tomando su bolso.

—Portate bien y no me cambies. —adivirtió e hizo una pausa, indeciso si continuar o no. Soltando un bufido, le sonrió nerviosamente. —Te quiero, Zaynie.

Zayn le sonrió, grande y brillante. Luego soltó una risita adormilada. —También yo, idiota. Ya vete.

Liam sonrió también, completamente feliz y asintió. —Bien, adiós.

—Adiós, Liam. Nos vemos en unos meses, tontito.

—Sí, diviértete sin mí pero no tanto.

Liam comienza a caminar, y cuando está cerca de la puerta oye a Zayn;

—Lo intentaré pero te extrañaré mucho, Liam.

Cuando el castaño se gira, Zayn ya está saliendo apresurado. Sin embargo, la sonrisa gigante y tonta del rostro de Liam no se quita por el resto del día.