⊱paparazzi✿ziam⊰

final

Zayn está recostado sobre el marco de la puerta, su vista fija sobre su mano mientras observa girar el resplandeciente dorado del anillo en su dedo anular. Una de las primeras canciones de Liam —la primera, si mal no recuerda— está sonando de fondo. Alza su mirada y ríe mientras ve a su madre bailar extrañamente con uno de los tíos de Liam.

—¿Qué haces tan solo aqui, precioso?

No hace falta que Zayn se gire para saber quién es, él podría reconocer esa voz a cualquier distancia y como sea.

Siente los brazos de Liam rodearlo y el mentón apoyado sobre su hombro.

—¿Ya no estás molesto? —aventuró Zayn.

Y es que Liam en medio de la ceremonia había jadeando indignado e hizo un desplante para nada acorde a su edad. Y todo porque Zayn había mandado a hacer una pequeña inscripción en su alianza sin que el supiera.

—No estaba molesto. —Liam bufó. —Solo me siento mal y avergonzado porque mi esposo tiene una alianza sin ninguna grabación cursi porque no tengo creatividad o imaginación.

Zayn ríe y se apoya contra Liam, mientras su mano se entrelaza con la de Liam. Hay un pequeño sonido metálico, casi imperceptible. Pero ellos son capaces de oírlo más allá del estruendo de la música.

—Para nuestro aniversario puedes regalarme una nueva alianza, si quieres.

Liam no duda en responder. —Cuenta con ello.

Unos pocos minutos en silencio y Liam pregunta. —¿Zayn? —en respuesta recibe un pequeño "mmh". —¿Puedo usar también el jaan en tu alianza?

—No, búscate algo original. No me robes mis ideas, idiota.

—Pero...—Liam se queja.

—Nada, busca otra cosa o déjalo así. Realmente no importa.

—Bien. —Liam farfulla.

El silencio vuelve a instalarse entre ellos, y Liam nuevamente lo interrumpe.

—¿Zayn?

—¿Liam?

—Te amo. Gracias por hacerme jodidamente feliz, mi amor.

—También te amo, jaan. Gracias a ti por ser tan idiota y nunca dejar que me aburra.

Liam sonríe mientras abraza con más fuerza a Zayn, sintiéndose más feliz de lo que jamás en su vida estuvo. Y todo se lo debía a Zayn, y se encargaría de devolverle todo hasta el día final.