⊱paparazzi✿ziam⊰

treinta y cinco

Agradeciendo el no tener que escuchar el parloteo de Kate, Zayn se dirige apresurado hacia su oficina. Está jodidamente cansado y eso que acaba de llegar.

La noche fue horrible, un dolor insoportable instalado en el lado izquierdo de su cabeza y un vuelo retrasado. Definitivamente Zayn no tenía ganas de lidiar con nadie.

Y lo último que espera encontrar es su oficina abierta, con las cortinas corridas y el sillón girado. Quiere lloriquear porque eso es sólo un indicio de que Kate ya está allí y en cualquier momento su voz chillona penetrará en sus oídos y los lastimará más.

Sin embargo, la calma lo invade y la molestia se esfuma mágicamente cuando la silla comienza a girar lentamente y Zayn descubre que no es Kate quién está allí, sino Liam.

Zayn no se contiene y en grandes zancadas está arrojándose encima de Liam mientras él ríe y lo abrazo.

—Hola, bebé. ¿Qué tal el viaje?

Lloriqueando, Zayn se acurruca contra él. —Horrible, Li. Quiero dormir. Me duele la cabeza. Y los oídos. —se queja. —No quiero ver a nadie más por el resto del día.

Frunciendo el ceño, Liam lo separa para observar su rostro. —¿No dormiste nada?

Zayn niega con la cabeza, frunciendo sus labios. —No, el vuelo se retrasó así que estuve más de cinco horas esperando allí. Luego la señora que se sentó a mi lado no paró ni un solo jodido segundo de hablar. —volvió a quejarse.

—Ah, entonces creo que el estudio puede sobrevivir un día más sin ti. Iremos a tu departamento para que descanses y luego haremos algo, tú y yo. ¿Bien?

Zayn está a punto de protestar, pero Liam lo frena moviendo su mano. —No, nada de protestas. No estás bien y necesitas comer y dormir. Quizá también una ducha. Un día más, un día menos. Kate sabrá manejar todo perfectamente.

Tras unos momentos de duda, Zayn finalmente asiente. Liam sonríe victorioso y arrastra al moreno de vuelta hacia fuera.

En el estacionamiento Zayn está por caminar hacia su propio auto, pero Liam lo detiene. —No hay manera en que te deje conducir en este estado.

Esta vez Zayn no lucha, sigue obedientemente a Liam hasta su auto.

Liam no ha hecho más de dos cuadras lejos del edificio y Zayn ya está completamente dormido en el asiento del copiloto. Decide entonces que no se despegará de Zayn en ningún momento del día, lo cuidará y se encargará de hacerlo sentir bien y feliz de nuevo. Como debe ser.