Cap 23 Un Solo Ser

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Fénix corrió tras la joven. Sin embargo, el poco tiempo que tardó en terminar de vestirse fué más que suficiente para perderla de vista lo cual se le hacia muy extraño teniendo en cuenta que por más entrenamiento físico que Géminis tuviese era imposible que le ganase en velocidad y este hecho solo conseguía angustiarle aún más.

No perdió tiempo en llamar casi a gritos a su mejor amigo el dios Apolo, este se materializó de inmediato frente a su él y en el preciso momento en que vio su rostro se dio cuenta que algo muy malo estaba sucediendo.

-¿qué ocurre Fénix? _Indagó Apolo nervioso.

-Géminis. _Soltó Fénix en un suspiro. No sentía tanto miedo desde que por poco pierde a su madre y hermana por su propia culpa y algo le decía que de nuevo Lena tenía mucho que ver con la repentina desaparición de la joven.

-No la encuentro. _Sentenció Apolo quien de inmediato empezó a rastrearla.

La respuesta de Apolo le confirmó lo que tanto temía, no había tiempo que perder necesitaba de toda su familia para encontrarla, solo rogaba porder hacerlo antes de que fuera demasiado tarde.

***

Plenitud, esa era la palabra, sentía como el  poder recorría sus venas y esa sensación era más que maravillosa. Antes al fundir sus mentes se percibía correcto, ahora esa sensación quedaba sobre valorada. Un solo ser, una criatura tan poderosa que debería ser un crimen total que existiera.

Su mente ya no estaba fraccionada, tampoco había voces por separado, sólo la combinación de él gran odio y amargura dirigido a todo aquel le hizo daño y su lista la encabezaban cinco nombres, uno a uno, la venganza sería un plato que disfrutaría desde el principio hasta el final. Pero todo a su debido tiempo, pues ahora mismo solo deseaba presentarse ante su madre, que cara pondría cuando viera que el ser que tanto se esmeró en separar ahora era una sola pieza. Una sonrisa siniestra se dibujo en su rostro con el solo pensamiento. Ahora sabía la verdad, su madre biológica tenía un rostro y un nombre, ya conocía la identidad de su padre y eso sí que la llenaba de más satisfacción pues conocía perfectamente la razón del miedo de los familiares del traidor de Fénix.

Toda la información fluía tan fácil, todo se vislumbraba tan sencillo, el poder era adictivo. En su mente visualizó el salón de su casa y en un abrir y cerrar de ojos se materializó allí.

-Por fin mi hija mía. _Hablo a su espalda el hombre a quién sentía correcto llamar padre. La antigua  Géminis no lo conoció, pero Lena tenía suficientes recuerdos que le demostraban admiración.

-Padre. _Se dio la vuelta para encararlo.

-Al fin mi pequeña es un solo ser, todo debía ocurrir en su momento, ¿ya lo entiendes verdad? _Indagó su padre. -Esto será maravilloso.

-Claro que lo entiendo, siempre me pregunté por qué permitiste la separación pero ahora todo es claro.  Y donde esta madre quiero saludarla. _Declaró Géminis con un brillo de maldad en sus ojos. Ahora entendía la razón de su nombre y ya que este era el que se le otorgó en su nacimiento, sería el que mantendría.

-Hay pequeña a ella si que no le gustará esta travesura que has hecho. _Declaró su padre con  una sonrisa siniestra.

-Pues tiene dos opciones, una es aguantarse y la otra es enfrentarme. _Sentenció.

-He creído escucharte Lena, deja de salir de casa sin avisarme sabes bien que....

El regaño de la mujer quedó suspendido cuando la vio, pues presintio que algo no andaba bien, sabía que Lena era realmente inestable y eso se debía a que ella era solo un trozo de un todo, pero algo raro pasaba con la joven, se veía extraña.

-Qué pasa madre, acaso no le darás un abrazo a tú hija. _La saludo con esa voz cantarina e hipnótica.

La mujer tembló, pues ya sabía a que se debía su aprehensión. Lena ya no existía ahora su hija estaba completa y eso solo sigficaba una cosa.

-Géminis. _Le habló despectivamente.

-Lo que imaginaba, solo padre se ha alegrado de haber recuperado mi plenitud. No hay de que  preocuparse madre, tus planes siguen siendo mis planes, cumpliré mi promesa de dar por terminada la vida de tus enemigos que en efecto se han convertido en los míos al haberme usado, pero si te atreves a intentar algo en mi contra no dudaré en acabar con tú putrefacta existencia. _Amenazó Géminis.

-¡No vas a defenderme, ella me ha amenazado directamente y tú solo te quedas ahí sin hacer nada!  _Exigió la mujer a su pareja.

-Perséfone, querida, tú hija te ha dicho que cumplirá tus deseos, no veo razón para reprenderla. _Respondió el padre de Géminis.

Algunas cartas se habían girado. Perséfone hija desterrada de Zeus, enemiga declarada del dios del Inframundo deseaba aún más que respirar la muerte de los reyes del Tártaro y la de su descendencia. Por ello hizo un pacto siniestro, por ello aceptó tener descendencia con el mismísimo mal encarnado, ya que, a pesar de ser inmortal no poseía poder alguno debido al castigo impuesto por su padre. Sin embargo, cuando separó la maldad del bien de su propia hija jamás se imagino que estas pudieran encontrar la forma de reencontrarse. Lena siempre la odio, ya que, ella nunca podría hacer uso de todo su potencial sin la presencia de Géminis. Por ello insistió hasta que logró atraerla, ahora solo esperaba que la parte bondadosa no dominara, ya que, si eso sucedía sus planes podrían fracasar.

Había esperado mucho tiempo para obtener su venganza y no pertimiría que la inútil de Géminis troncara todo, ya sabía que su esposo no haría nada en contra de su primogénita. Él estaba fascinado por el tipo de criatura que era, incluso a veces hasta llegaba a  pensar que le guardaba afecto, aunque era extraño que un ser como él pudiese amar.

Perséfone debía conformarse por el momento con la palabra de Géminis, de todos modos se le veía confiada y en definitiva el poder que desprendía  era malvado, entonces tal vez la inútil de Lena no se había equivocado y el alma bondadosa de Géminis estaba completamente contaminada.

**Oh, oh así que la que estaba detrás de todo esto era Perséfone..... **

FÉNIX EL HEREDERO DEL INFRAMUNDOWhere stories live. Discover now