Cap 15 Un Hombre libre

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Ella se había ido, ahora se podía decir que era un hombre libre, ya no tendría que cargar con una esposa a la cual no amaba y que en primer lugar desposo solo por venganza. Entonces por qué razón en vez de sentirse aliviado sentía un gran peso en su corazón, quizás solo se debía al hecho de que Géminis se parecía a esa criatura demoníaca y que tenerla cerca significaba que de algún modo podía tener una parte de aquella a quien tanto amó.

-Hasta que por fin te dejas encontrar muchacho. _Sus amargos pensamientos fueron interrumpidos por aquel ser que tanto le enseñó mientras maduraba.

-Tánatos. _Saludo Exiled con respeto.

-Me llamas Tánatos muchacho, ahora ya no soy abuelo. _Reclamo el ángel de la muerte.

-Sería extraño llamar abuelo a quién luce casi tan joven como yo. _Inquirió Exiled con una expresión divertida en su rostro.

-Que no te engañe mi apariencia joven Nix, sabes bien que soy tan viejo como el mismo tiempo.

Después de esas cortas palabras se fusionaron en un efusivo abrazo, Exiled extrañaba a su abuelo, este fue el encargado de gran parte de su entrenamiento mientras crecía, siempre estuvo a su lado. Luego de haber revelado su presencia era claro que recibiría la visita de aquellos que dejó atrás luego de su destierro.

-Tu abuela quiere verte, y sabes que no aceptará un no por respuesta.

-Pues entonces vamos a ella antes de que venga y me hale de una oreja como cuando era pequeño.

Sin esperar ni un minuto más Tánatos y Exiled se dirigieron a la guarida de Tánatos, allí vivían como pareja desde ya hace algunos años, Constance había comido de la fruta de la vida eterna. Su amor sobrevivió al tiempo y al espacio, por ello cuando Zeus ofreció el regalo de la inmortalidad a la madre de Adara, aceptaron sin siquiera dudarlo.

-Constance. _Saludo Exiled a la hermosa mujer que le daba la espalda.

Esta se dio vuelta abruptamente y estampó su mano en una sonora bofetada en el rostro del guerrero, luego se lanzó a sus brazo y se dejó ir en lágrimas de la emoción.

-Jamás, escucha, nunca vuelvas a hacernos esto, no sabes lo que sufrimos tú ausencia junto con tu madre. _Dijo la inmortal mientras llenaba de mimos a su amado nieto.

Exiled aceptó con humildad el castigo de su abuela, de todos modos lo merecía por haber sacado de su vida a su amada familia. Aún estaba avergonzado por todo lo ocurrido con su madre y hermana años atrás. Sin embargo, en la unión estaba la fuerza y era claro para todos ellos que el mal estaba cerca.

Sus abuelos pidieron que les relatará a que se dedico en todo el tiempo que estuvo oculto, este sacio su curiosidad pacientemente, también les informó de las recientes noticias, de todos modos todos debían estar preparados, porque si lo que sospechaba era cierto necesitarían de todo lo que tenían para defenderse.

Durante su reunión también hubo espacio para las bromear, pues Constance mantenía atormentada, ya que, físicamente Tánatos no aparentaba más de 26 años mientras que ella fue convertida en inmortal justo a las 42 años, por esa razón casi no visitaban el mundo humano, Y que, se sentía incomoda por las miradas curiosas que según ella les lanzaba la gente. Exiled sólo podía ver en esa pareja el profundo amor que se tenían y sobre todo lo feliz que Lucía su abuelo, recordó amargamente el momento en el que deseó vivir un amor real como el de sus padres y abuelos, ahora mismo se negaba a ser vulnerable de nuevo, esa puerta estaba cerrada para siempre. Al tener esa clase de pensamiento le era imposible evocar la imagen de Géminis, luego lleno de rabia la suprimió y de inmediato pidió a Tánatos que lo devolviera a su casa.

FÉNIX EL HEREDERO DEL INFRAMUNDOWhere stories live. Discover now