Cap 3 Destierro

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Caminaba de lado lado, pasando en repetidas ocasiones sus manos por su espesa melena negra. Su madre estaba muy delicada. Los dioses gozaban de longevidad y por así decirlo de un tipo de inmortalidad, pero de todos modos existían cinco armas que podían destruir eternamente, hasta el más poderoso de los de su clase.
No se explicaba como había podido ser tan estupido, no sabía como Lena lo pudo engañar de esa manera, él creyó ciegamente en todas sus palabras y ahora su madre y hermana eran las víctimas de su estupidez.

Desconocía en que estado estaba su madre, no podía quitar de su mente la imagen de su cuerpo inerte tirado en el suelo, tan falto de vida.
Su padre prohibió terminantemente su ingreso al sitio en el cual la estaban atendiendo, solo sabía que Tánatos el ángel de la muerte y padre de su madre, estaba aportando todo lo que tenía para salvarlas a ambas.

El dios de ma muerte lo culpaba y tenía toda la razón para hacerlo, de igual modo el dejó entrar al enemigo en casa, ahora debia lidiar con las terribles consecuencias. Solo rogaba porque su madre y no nata hermana fueran lo suficientemente fuertes para sobrevivir, ya que, si llegaban a morir no sabría como seguir existiendo con la certeza de haber sido cómplice de su destrucción.

No aguantó más, necesitaba obtener respuestas de lo sucedido, así que, se materializó en los calabozos frente aquella a quién le entrego todo y a cambio recibió el peor de los pagos.
Es que debia de haber una explicación a todo esto, él la conocía o mejor dicho creyó conocerla, necesitaba escuchar de sus propios labios la razón que la llevó a cometer semejante crueldad.

-Dame una sola puta razón para no arrancarte la cabeza en este mismo instante. _Pidió mientras apretaba los dientes, sentía rabia consigo mismo por no poder arrancar de tajo todo lo que ella significaba para él.

La joven que allí se encontraba, arrodillada en el suelo, atrapada con cadenas destinadas a retener al peor de los enemigos, levantó la cabeza y con un gesto de sorpresa y dolor le realizó una pregunta que generó que Fénix perdiera aún más el control.

-¿Tú? tú eres.......

-Yo soy el ser al que le has desgraciado la vida.

-Pero yo......

-¿Tú qué?

-Yo no sé quién eres tú, no sé donde estoy. ¿Por qué tengo esto en mi cuerpo?. _ Contestó la jovén asustada, con la voz temblorosa y gruesas lágrimas descendiendo por sus mejillas.

Fénix solo no podía creer el cinismo de sus palabras, es que en serio lo creía tan imbecil que pensaba que esa expresión de inocencia y esas palabras sin sentido funcionarían.
Cólera en su estado más puro se apoderó del heredero, tomó a la chica del cabello, tan fuerte, que esta gemia y chillaba, luego le pregunto nuevamente sus razones para haber jugado con él de esa forma, pero solo recibió silencio. Así que en un momento de extrema desesperación le dió un bofetón tan fuerte que la mejilla de la chica crujió desagradablemente causando que un lastimero grito saliera de sus labios, antes de chocar en el frio y duro suelo del calabozo.

Fénix nunca antes había golpeado a una fémina, siempre las respeto y valoro como le enseñó su madre. Sin embargo, en su defensa, lo hizo porque no aguanto más su descaro. Como era posible que le dijera en su propia cara esa sarta de mentiras, como si simplemente de la nada hubiese olvidado todo el tiempo que compartieron, los planes de una eternidad juntos. Trató de rememorar si hubo algún indicio, pero no fué así, ella era una experta mentirosa.
Entonces en ese momento juró sobre la sangre de su madre que manchaba el vestido de la chica, que nunca jamás caería de nuevo en un engaño.

No pudiendo ver más el rostro de aquella que acabó con todo, se materializó de nuevo fuera del lugar donde atendían a su madre. Esta vez se encontró a su padre allí de pié, mirando hacia la misma nada. La expresión de su rey por poco lo hace caer al suelo de rodillas, ya que, se imaginó que lo que más temía había pasado.

FÉNIX EL HEREDERO DEL INFRAMUNDOWhere stories live. Discover now