FÉNIX EL HEREDERO DEL INFRAMUNDO

Cap 1 Príncipe

ANTES DE QUE EMPIECES A LEER

**Hola, antes de que empieces a leer quiero darte una calurosa bienvenida, agradecerte por el tiempo que dedicarás a leer la historia y aclararte que no esta editada, entonces vas a encontrar algunos errores que planeo corregir a largo plazo. No me comprometo a hacerlo pronto porque no dispongo del tiempo. Se que no me lo están preguntando pero soy madre, esposa y trabajadora. Entonces el poco tiempo que me queda lo invierto en esto que me apasiona.
Me produce felicidad regalarte estas letras aunque no sean perfectas, no pretendo ser una escritora famosa ni que esto llegue al papel. Lo hago porque quiero trasmitir en esta aplicación mis ideas, aquellas que aveces no me dejan dormir.
Entonces sin más espero que disfrutes y que si te apetece comentar sea siempre basado en el respeto.

Muchos Abrazos.
Liliana A. **

CAP 1

Una ciudad que duerme mientras fuerzas oscuras hacen de las suyas, una ciudad totalmente ajena al mal que la acecha. Él vigilaba la noche, aspiraba la esencia de aquel que pretendía cazar, él olor de la carne putrefacta del ser que no pertenecía a ese sitio. Cumplía con obediencia y humildad las tareas que su padre le asignaba.

Él era un Príncipe, un heredero y aún así debía hacer el trabajo de alguien de linaje inferior. No le importaba, él solo quería demostrar que a pesar de su corta edad, podía salir triunfante de cuanta prueba le fuese impuesta.

Ubicó la esencia del engendro, una de las tantas criaturas que pudierón escapar de los calabozos del Tártaro. Años atras aprovecharón el conflicto entre los dioses, aprovecharón la inestabilidad del cosmos cuando su padre por poco se entrega a la oscuridad.

Siguió la marca de la criatura y aspiro la noche de nuevo, su atención se desvió por un instante cuando de la misma nada un olor dulzón, casi afrutado invadió sus sentido del olfato. Nunca, nadie había olido tan bien para él, esa maravillosa esencia a pesar de estar fundida con la carne podrida, predominaba y lo llamaba.

Al materializarse en el lugar donde se mezclaban las esencias, se encontró con una imagen que nunca hubiese esperado. Una joven tenía totalmente dominada a la criatura, esa joven que ante los ojos de un humano pasaría como uno más de su especie a él no lo engañaba.

La misteriosa mujer sintió la llegada de un ser poderoso, de alguien que no pertenecía a ese basurero. Quiso saber a quién pertenecía tanta energía, esta acción provocó que perdiera la concentración, permitiendo que la criatura se escapara de su sujeción. Sin embargo, antes de que ese engendro infernal pudiera tomar ventaja, él joven fué más agil y astuto.

Convoco fuego sobrenatural de sus manos e incineró a la criatura, serciorandose de no lastimar en el proceso a la joven. Pensó que ella se lo agradecería, que se sorprendería por el espectáculo de poder y agilidad que demostró en su presencia. Esperó que ella se comportara como las demás criaturas femeninas de su mundo, que cayera rendida a sus pies y suplicara por un poco de su atención. Sin embargo, esta joven enfundó el arma con la que pretendía degollar al engendro y luciendo muy molesta empezó a abandonar el lugar.

El principe del Inframundo por primera vez en su joven existencia había experimentado lo que era el rechazo. Se sintió confuso, la sensación no era agradable pero tampoco desagradable en su totalidad. Así que la siguió. Quería obtener respuestas de él por qué ese trato hostíl hacía su persona, cuando él le hizo el gran favor de salvarle la vida.

***

Persiguió esa esencia por noches enteras, ese olor, ese maldito aroma lo tenia atormentado. Realizó la tarea de cazar con la esperanza de al fín poder hallarla, pero fué infructuoso, ella obviamente no era humana, solo alguien con un gran poder podía esconder así su presencia. Ya había perdido la esperanza de verla nuevamente, esa certeza lo llenaba de amargura. Nunca una fémina lo había rechazado, ni siquiera la diosa mayor con la que conoció las artes del sexo se podía negar a su atractivo y así mismo, ni ella con su gran belleza y atractivo pudo borrar de su mente el ansia de querer verla de nuevo.