FÉNIX EL HEREDERO DEL INFRAMUNDO

Cap 10 Revelaciones 1

Sentimientos confusos dominaban su ser, él no podía negar que el haberla visto despertó en si un ansia salvaje que en definitiva no experimentaba con aquella impostora.
Claro que sí se sentía atraído por ella, de todos modos físicamente eran totalmente identicas, no podía negar que ambas eran realmente hermosas. Sin embargo, el ansia, el deseo carnal y el delicioso olor que lo llamaba era casi nulo. Siempre se había preguntado por qué cuando Hera la sustrajo del Inframundo y la trajo ante su presencia a pesar de sentirse nervioso por volver a verla, y aunque se reprochaba el hecho de pensarla, de desear que ella no hubiese sido una vil traidora, esperaba que sus sentimientos hacia ella fueran igual de arrolladores, pero cuando la vio no fué tan intenso como espero que lo fuera. La deseó claro que si, pero no sintió la acostumbrada descarga.
En ese momento solo no prestó atención y lo atribuyó al hecho del rencor que le causó lo que ella había hecho, es que no solo atentó contra su madre embarazada, sino que también jugó con el profundo amor que él sintió por ella.

Cuando llegó al refugio fue directamente a la habitación, la encontró dormida hecha un ovillo en un rincón de la gran cama. Casi sintió lástima por la joven que allí retosaba. Sin embargo, un desagradable pensamiento cruzó por su mente y era que tal vez ella era tan culpable como Lena.

Aunque tenia muchos interrogantes que solo la usurpadora podía despejar, decidió no despertarla. Tan solo se sentó en el sillón y la observó.
Empezó a buscar diferencias físicas entre una y la otra, pero era imposible. Casi quince años había convivido con ella, los suficientes para conocerla a profundidad. En este tiempo no hubo intimidad alguna con ella, pero si la miraba cuando ella no se daba cuenta y sabia que era una copia exacta de Lena.
En la personalidad si que habían diferencias, allí fué donde sus sospechas comenzaron, solo que luego las desechó.
Lena era sexy, atrevida y segura de sí misma. Géminis era simple, callada, temerosa pero sobre todo lo que más le generaba irritación era que ella ignoraba totalmente la gran belleza que poseía y lo que esto causaba en los hombres del refugio, es que en varias ocasiones tuvo que reprenderlos por las miradas que le lanzaban y los comentarios fuera de lugar que tenían sobre ella. Ella aparentaba ser ignorante de esto. Sin embargo, en ese entonces el atribuyó su comportamiento a un plan por su parte para confundirlo, ahora el sabía la verdad. Lena todo el tiempo estuvo libre, mientras que Géminis como había dicho que se llamaba, estuvo encarcelada y luego condenada a vivir la eternidad a su lado, es que hasta la había desposado y dado a comer del fruto de la inmortalidad a una impostora. Se sentía doblemente engañado, no experimentó culpa alguna por lo que le hizo, igual si ella estaba allí y nunca trató de aclarar la situación era porque tal vez era tan culpable como Lena.

Exiled continuaba sumergido en sus pensamientos, trataba de llenar los vacíos de toda esta historia. Sin embargo, sabía que sus suposiciones eran simplemente eso y que sólo una de las dos podía llenar los vacios.
No podía negar que deseaba que quien respondiera esas preguntas fuera Lena, pero eso no iba a suceder, así que solo quedaba esperar que Géminis cumpliera su palabra y cooperara.

Géminis se removió en la cama, las pesadilla habían dominado su sueño, explosiones y gritos de aquellos que fueron sus padres y que le proporcionaron todo el cuidado y el amor que no recibió de sus progenitores reales la torturaban. Ella trató de salvarlos, se sacrificó para que ellos pudieran vivir lejos de toda la mierda, pero ello no sirvió de nada, jamás debió confiar en la promesa de Lena, siempre sospecho que todo su sufrimiento al final sería en vano. Sin embargo, fue demasiado cobarde para afrontar toda la situación y siguió representando su papel de víctima, aceptando con cabeza gacha cada tortura y humillación a la que fue sometida.
No pudo seguir durmiendo, igual, aunque aún se sentía cansada no quería cerrar los ojos y tener que ver de nuevo la mirada torturada de sus pobres padres mientras se quemaban vivos en el incendio que consumió sus vidas.
La joven se sentó en la cama, se abrazo asi misma y luego dirigió la mirada a la oscuridad, por poco muere del susto al percatarse que una figura en el sofá atendía a cada uno de sus movimientos.