Capítulo 23

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Eran aproximadamente las 5 de la tarde cuando mi celular se había quedado sin pila, estaba estudiando en el parque y se me había hecho un poco tarde, a las seis de la tarde estaba tomando un café y un panini vegetariano, había reducido mi consumo de carne debido a los hermanos Khan, bueno, en realidad solo por Nirek porque Kerick amaba el jamón serrano algo que evidentemente su madre no sabía.

―¿Dira?―me llamó una mujer.

Levanté la mirada de mi libro.

―Oh, Dulce―dije muy feliz por encontrármela.

―¡Ay mi preciosa!―Me abrazó―.¿Qué haces aquí tan solita?―preguntó―¿No viene tú esposo contigo?

Sonreí con cierta incomodidad.

―No, tu sabes que este es mi lugar favorito, así que lo reservo para mí―dije sinceramente.

Ella sonrió.

―Me sentaré contigo en lo que me entregan mi pita.―Se sentó enfrente de mi y miró su celular―.¿Cuándo vas a la estética? Te hace falta un corte de cabello, desde que fue tu boda que no te he embellecido.

―Mm pronto Dulce en uno de estos días, ¿Has visto a mamá?

―Sí, vengo de verla hoy tu padre ha tenido un buen día le he quitado la barba y hecho un corte de cabello.

―Qué bueno porque hay días en que no quiere ni quitarse la pijama―dije con cierta gracia y tristeza―¿Me podrías dar la hora?

―Son las 8:45 linda.

―¡Ay carajo! Es tardísimo―exclamé y guardé el libro.

―Es viernes, relájate hija―sonrió tratando de calmarme.

Suspiré.

―¿Vendrá Nirek por ti?

Negué con la cabeza.

―¿Por qué?

Volví a suspirar.

―Dulce, te apareces en el momento más indicado de mi vida, quiero hablar con alguien y pues tu eres como de mi familia pero no eres tan dura como mi madre y la verdad es que tengo un montonal de problemas―dije con cierta frustración y me froté la cara―, pero tengo que irme, la ciudad es peligrosa, ya es tarde.

―No te preocupes hija, mi esposo está afuera ahorita te llevamos a tu casa, ya sabes que él también te aprecia mucho y no se negará a llevarte.

―Oh no.―Negué con la cabeza―.Que vergüenza.

―Ándale y me cuentas todo―insistió y yo cedí.

Le conté a grandes rasgos a Dulce por lo que había pasado los últimos meses y el tiempo se fue como agua.

―Indira, siempre has tenido un gran corazón pero estoy segura que Naisha y tu padre te recibirán en casa.―Me tomó la mano―.No tengas miedo, solo has lo que creas correcto.―Terminó de beber su té helado.

Asentí.

―Ahora estoy más tranquila pero siento que se me han cerrado muchas puertas, estar casada con Nirek no me dejará hacer mi vida Dulce, no es que esté preparada pero no sé... hubo momentos en los que creí que tal vez las cosas pasaban por algo―dije terminando de desahogarme.

―Las cosas pasan por algo mi niña, tu sólo dale tiempo al tiempo, primero piensa en ti, ¿de acuerdo?

―Esta bien.―Asentí y puse mis cabeza entre las manos.

―Ahora hay que irnos que este lugar ya va a cerrar―me apuró.

Levanté mis cosas y caminamos hacia al auto donde Juan su amable esposo había esperado tranquilamente leyendo el periódico.

Para toda la vida.Where stories live. Discover now