Capítulo 19

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Nirek y yo despertamos abrazados entre las sabanas blancas, el día anterior nos habíamos quedado hasta tarde viendo películas primero: Pretty Woman y después Iro Man, nada comprometedor había pasado entre nosotros; miré el reloj, eran las nueve y Nirek no se estaba preparando para salir al trabajo, ya era tarde.

Me froté los ojos antes de despertarlo.

―Nirek, levántate, se te va a hacer tarde.

Nirek gruñó y me acercó aún más a su cuerpo caliente, me volteé para quedar de frente y toqué su nariz con la mía.

―Se te va a hacer tarde y no quiero que me culpes―amenacé y lo abracé, sentí los músculos de su espalda tensarse.

―No iré a ningún lado hoy―respondió con voz ronca en mi oído―, quedan pocos días de tus vacaciones y hoy estaré todo el día contigo... Además, dijimos que iríamos a ver a tus padres.

Suspiré, parecía que iba a ser un buen día. Estaba complacida por primera vez en mucho tiempo.

―Indira...

―¿Sí?―contesté con los ojos cerrados.

―Tú me gustas mucho.

Sonreí.

―Tú también me gustas, Nirek...

―¿De verdad? Creí que solo te gustaban los rubios de ojo claro particularmente lampiños.

Sí, se refería a Julio.

―No creo que sea muy idóneo hablar sobre ello―dije un poco incómoda...

Nirek no respondió y siguió con los ojos cerrados, al parecer volvió a dormir; me zafé con cuidado de su agarre, me senté en el borde de la cama y busqué mis sandalias, fui directo al baño a hacer mis necesidades y abrí la regadera, me miré en el espejo y me veía bastante normal, el agua caliente no tardó en salir y entré, tenía que prepararme para visitar a mis padres, nada mejor que una ducha para empezar bien el día.

Comencé a lavarme y pensé en papá, había estado tan sumida en mi propio dolor que había olvidado que él era quien realmente sufría, sí, me sentía culpable.

Ya casi terminaba cuando sentí unas manos en mi vientre, me di la media vuelta asustada y me encontré a mi esposo mirándome mientras su cabello se mojaba y se acercaba más a mí.

―Indira...―susurró y me besó.

Traté de cubrirme pero la sensación de sus labios sobre los míos hizo que me olvidara de todo. Era extraño para mí que esto estuviera sucediendo, Nirek nunca había cruzado esa línea.

―Te deseo Nirek―confesé mientras él se frotaba contra mí.

Obviamente uno desea muchas cosas cuando empieza a sentir bonito. Duh.

―Sal de aquí, voy a terminar de ducharme y ahorita te alcanzo―dijo mientras me masajeaba con jabón las nalgas.

Asentí apenada.

Salí de la regadera y me envolví con una toalla, ¿Realmente estaba lista para tener sexo? Mi matrimonio no había sido consumado pero, era algo tangible, así que probablemente no importaba en que momento decidiera acostarme con Nirek, pues de todos modos era algo que iba a pasar.

Busqué ropa interior limpia y me la coloqué rápidamente, abrí el closet y descolgué un camisero de mezclilla, estaba ansiosa por sentirme vestida; Nirek salió de la ducha con la toalla envuelta en la cintura y cuando lo miré se la arrancó, impactada miré aquello que tenía entre las piernas y vaya que estaba despierto.

Para toda la vida.Where stories live. Discover now