Capítulo 15

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Después de comer la pizza dejé a Kerick lavando los trastes, subí por las escaleras hasta la habitación que compartía con Nirek y entré al cuarto, me deshice de la ropa dentro del baño y abrí la regadera, no podía dejar de pensar en Julio, en Shaila... en todo... Estaba igual de confundida que siempre.

Tomé una larga ducha caliente pero me vi obligada a salir de ella cuando mi teléfono comenzó a sonar, extendí la mano mojada para tomar mi celular y ver quien era.

Era mi amada Vale.

Dudé en contestar pero conociendo a Julio seguramente le había anunciado que ya estaba en México y probablemente algunos detalles del encuentro que habíamos tenido, por lo cual sabía que si no contestaba Valeria iba a insistir hasta que lo hiciera, así que cerré la llave y me enrollé en la toalla.

―Hola Vale―saludé y me dispuse a salir del baño.

―¿Cómo está eso de que estas en México y no me das por enterada?―reclamó con voz chillona.

Sonreí.

―Lo siento, estaba... ocupada―dudé un poco en que decir―.¿Cómo estás?

―Pues mejor que tú evidentemente, mira que le he sonsacado a Julio todo lo que he podido y quiero que sepas querida Indira que mañana mismo me presento a tu casa si no vienes a verme...―Vale sonaba muy preocupada por lo cual decidí calmarla mientras buscaba ropa interior limpia que ponerme.

―Tranquila, mañana iré a verte Vale, no te preocupes estoy bien y lamento no haber estado en comunicación contigo pero te lo explicaré...―Escuché a Vale suspirar.

―De acuerdo, entonces te veo mañana Indira ―habló mi amiga ya más tranquila.

―Claro, prepara unos botes de helado creo los vamos a necesitar―reí.

Escuché a Vale reír también.

―Está bien, botes de helado anotados, compraré otras chucherías―hizo una pausa y suspiró―.Te dejo, tengo una cita con mi galán...

Me sorprendió.

―Oye, necesitaré todos los detalles de ese galán tuyo, pásala bonito, te amo―dije por ultimo aun sorprendida.

―Obvio―exclamó―, te amo más...

Colgué.

Sonriendo, me quité la toalla y me puse las pantaletas de abuela, justo cuando iba a colocarme la blusa, la puerta de la habitación se abrió, me sobresalté, al ver a Nirek me relajé un poco, al ver su mirada sobre mis pechos desnudos me volví a tensar y di media vuelta para colocarme rápidamente la blusa de seda negra y el short, maldije para mis adentros mientras sentí caliente la cara.

―Qué bonito recibimiento esposa―dijo divertido.

Me tranquilicé lo más que pude y lo miré, se estaba quitando la corbata y desabotonando la camisa, me le quedé mirando como una tonta el pecho cubierto de vello, sentí deseos de enterrar mis manos allí. Sacudí mi cabeza y le saludé.

―Buenas noches―hice una pausa―.He traído pizza, está en la barra de la cocina, no tiene carne...Si quieres puedo calentarte un pedazo y traértelo aquí mientras te bañas―hablé rápidamente para quitarme la incomodidad mientras observaba como se desnudaba hasta quedar solo en calzoncillos.

Nirek me miró, pero no fue cualquier mirada, era una mirada de deseo y eso me puso los bellos de punta, no estaba asustada pero sentía esa tensión, de pronto quería correr a besarlo y recordarle que yo era su esposa y que me tenía muy descuidada.

Para toda la vida.Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα