Capítulo 6

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Me removí inquieta en la cama tras sentir algo frío en el brazo, volví a sentirlo y gruñí, enterré mi rostro entre las almohadas y coloqué mi brazo bajo mi cuerpo para protegerlo de lo gélido que había sentido.

―Indira―susurró una voz masculina con un acento que no pude comprender, tal vez estaba soñando porque seguía agotada y mis ojos pesaban a pesar de que querían abrirse.

Suspiré y murmuré algo que ni yo misma pude comprender.

Volví a sentir aquel frío en el hombro y desperté por completo, no estaba soñando.

El hombre de ojos avellana me miró con diversión y alzó las cejas, por un momento me pregunté dónde estaba y quien era él, pero luego de despabilarme reaccioné, quise abofetearme por no haber notado antes su presencia.

―¿Qué carajos haces aquí Kerick?―le grité.

Se apresuró a taparme la boca, una alarma dentro de mi cabeza se activó pero no me moví, después de todo el no parecía con la intención de lastimarme o eso creía, sus manos estaban heladas, me estremecí al sentir su aliento mover mi flequillo y parpadeé rápidamente.

―¿Duermes en ropa interior?―preguntó alzando la ceja derecha con superioridad.

Le quité la mano de mi boca y me cubrí con la sabana, retrocedí lo más que pude y en ese momento solo deseé que Nirek apareciera y me salvara de su horroroso hermano guapo, vaya ironía.

La noche anterior había estado tan exhausta con la fiesta y por todos los bailes había intentado imitar que solo me había quitado el sari y me había metido a la cómoda cama.

Kerick se sentó en el espacio que yo había estado ocupando en la orilla de la cama y extendió su mano de nuevo hacia mí, sus gélidos dedos rozaron mi mejilla y salté hacía atrás y me cubrí aún más si eso es que fuera posible.

Doblé las piernas debajo de mis muslos y sentí la orilla de la cama con la punta de mis pies.

―Eres la mujer más hermosa que he visto―dijo con un toque seductor.

―¿Qué haces aquí?―pregunté, pero me reprendí a mí misma, no debería de estarle preguntando que hacía en mi habitación, tenía que correrlo―.Largo―grité.

Ahora fue Kerick quien saltó hacia atrás y se alejó de mí.

―No grites Indira―suplicó.

―¿Qué quieres?

―No...no lo sé...

Fruncí el ceño sin comprender, se suponía que debía estar en mi habitación por una razón, tal vez estaba mintiendo pero extrañamente creía en lo que estaba diciendo, tenía alrededor de él un aura peligrosa pero no parecía totalmente una mala persona.

―¿De qué hablas? ¿Entras a habitaciones ajenas sin razón?―cuestioné, quise pellizcarme el puente de la nariz frustrada por su prensencia.

―Tu ibas a ser mi esposa, ¿Lo sabías?―Kerick aún estaba lejos de mi alcancé lo cual me agradaba bastante, sin embargo no seguía buscando las razones en mi cabeza por las que estaba ahí conmigo.

Negué con la cabeza.

¿Cómo iba saber aquello si nadie me lo había contado? No creía que mis padres estuvieran enterados, pero Nirek, él sí que debía de haberlo sabido, aunque sinceramente no venía al caso que ahora lo recalcara, yo me iba a casar con su hermano.

―Me gustaste desde el primer momento en que te vi―confesó―.Ahora quisiera ser yo quien se case contigo, he visto cómo te ha tratado Nirek ayer durante el desayuno, yo...podría...

Para toda la vida.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora