Capítulo 17

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―Gracias Pablo―dije cortésmente al chofer―.Puedes irte.

―Voy a esperarla―habló Pablo mientras acomodaba el espejo del parabrisas.

―No Pablo, estaré un largo tiempo aquí, así que agradecería que te marcharas...―ordené.

Pablo asintió.

Bajé del auto nerviosa por ver a mi amiga, Vale seguramente me haría un sinfín de preguntas y también querría matarme por no avisarle que ya estaba en México, me acomodé el cabello y suspiré.

Toqué el timbre dos veces. La puerta se abrió y me reveló a mi amiga. Sonreí.

―¡Oh! Pero si es la reina de la India, Indira―exclamó con ironía―. ¡Eres una mala amiga Indira! ¿Cuánto tiempo tienes aquí? ¡Ni una llamada! ¡Me tengo que enterar por el tonto de Julio!

Vale me tomó de la mano y me jaló hacia el interior de la casa.

―Julio es un chismoso―gruñí.

―¡Esta preocupado por ti!

―Anoche no parecías tan molesta―le respondí frunciendo el ceño.

Una vez dentro de su casa comenzamos a discutir un poco.

Un rato más tarde me encontraba en la habitación de Vale acostada en la cama con una gran nieve de mandarina y con ella por un lado, le había contado todo a excepción de una cosa: Shaila, era algo que me costaría mucho trabajo pronunciar. La verdad es que no quería remover el tema y ella estaba muy entretenida contándome sobre su cita mientras mirábamos 12 corazones.

―Entonces intento besarme―dijo emocionada―, pero obviamente no le deje, era la primer cita ¡Por Dios! ¿Qué clase de mujerzuela hubiera sido si lo besaba en la primer cita?

Revoleé los ojos, eso no tenía sentido ¿Por qué las mujeres teníamos que cuidar tanto nuestra reputación?

―Eso sí, es muy lindo, caballeroso, guapo―continuó hablando―, me encantó, por mí lo besaba, pero ya sabes que no me va muy bien después de que entrego mi flor...―dijo bajando el nivel de la voz―. ¿Ya le diste tú flor a Nirek?

Fruncí el ceño sin entender.

―¿Mi flor?―pregunté un poco desconcentrada por tener la mirada fija en el bombón de la televisión, ya casi formaban tres parejas en el programa.

―Si, tu flor...

La miré.

―La flor que tienes entre las piernas Indira.―Rodó los ojos con hastío.

Oh... La flor...

El helado se me atoró y tosí nerviosa.

―¡Oh por Dios! Ya tuvieron sexo―dijo sorprendida mientras me quitaba el bote de nieve.

Negué rápidamente y levanté los brazos para dejar de toser.

―No, no, no, nada de eso―hablé rápidamente.

Vale me miró con los ojos entrecerrados y luego asintió.

¡Uff! que susto ―exclamó.

Era momento de contarle. Tenía que hablarlo con ella o Shaila me seguiría haciendo mucho ruido en la cabeza.

―Estuvimos cerca de hacerlo, pero,―hice una pausa―, me llamó por otro nombre―le conté indignada recordando la escena.

Valeria arrugó la boca y le dio un gran trago a su Coca-Cola. Mi amiga tenía más experiencia en esos temas que yo, así que esperaba que ella pudiera aconsejarme, sinceramente no quería que a Vale le cayera mal Nirek, pero poco había que hacer con lo que yo le acababa de contar.

Para toda la vida.Where stories live. Discover now