Pixeles Sobrevivientes

Malos Pensamientos

Capítulo dedicado a SookaNeo ganador del primer concurso de preguntas en el grupo de WhatsApp.

Especial Día De Las Madres.

NARRA SKELETON

Entré a la habitación de descanso después de otro largo y pésimo entrenamiento. ¿A quién se le ocurrió que era buena idea enseñarle de la nada el arte de la arquería a esos cabezas huecas? Jamás pensaría en llevarle la contraría a Zarah, mucho menos cuestionar sus decisiones pero este plan se me hacía demasiado tardado.

En la habitación estaban todos los cabezas huecas descansando, además de ellos y Skellen no parecía haber nadie más. Me acerqué a ella quien estaba sentada en la cama al lado de la de Marcus, masajeaba con cuidado su pierna por lo que no se percató de que estaba ahí.

—Aún te duele, ¿cierto? ¿Por qué no le dices a Zarah que no estás en condiciones de apoyar? Ella lo entenderá.

Dije, ella me miró molesta dejando su actividad.

—No necesito decirle nada a nadie, estoy bien.

Respondió con orgullo, negué con la cabeza esperando que el que se estuviera forzando no le afectara más.

—Hey, aún no te he castigado por mentirme.

Dije cambiando de tema, ella me miró entre molesta e intrigada.

—¿Mentirte? ¿De qué hablas?

Preguntó un tanto nerviosa. Puse un rostro serio asustandola aún más antes de responderle.

—Dijiste que ambos escaparíamos y nos veríamos a salvo en la entrada del refugio. ¿Sabes cuantas acusaciones recibí? Mereces un castigo.

Dije, ella rodó los ojos un poco más relajada.

—Eso te pasa por ser un tonto crédulo.

Respondió cruzando los brazos.

—Supongo, confié en ti. Aún lo hago. Pero eso no te salvará.

Dije caminando para acercarme más a ella. Ella se puso nerviosa de nuevo pero antes de que pudiera decir algo yo ya había golpeado su frente con mi dedo índice ayudado por el pulgar.

—Oye. Idiota inmaduro.

Se quejó tocando la zona golpeada mientras me miraba entre sorprendida y divertida. No esperaba algo así, reí sentandome en la orilla de su cama.

—Eres un exagerado, además el único que de seguro te acusó no puede haberte causado temor.

Dijo mirando hacia Marcus quien dormía sin problemas a pesar de nuestra conversación.

—Te sorprendería saber que no fue el único.

Confesé, ella me miró algo sorprendida pero sin saber qué decir. Volvió su mirada hacia Marcus, ninguno decía nada.

Yo la miraba a ella, siempre me había prometido estar sólo, me había obligado a no sentir nada por nadie, ¿por qué no podía ser así con ella? ¿Qué tiene de especial?

Alguien entrando a la construcción nos sacó de nuestros pensamientos, se trataba de Ericka que al tener las miradas de ambos sobre ella sonrió amable y se acercó.

—Espero no estar interrumpiendo nada. ¿Cómo se sienten? Me han dicho que han estado trabajando duro a pesar de estar lastimados.

Dijo cuando estuvo a nuestro lado. Su personalidad amable y su natural instinto materno protector me molestaba a la vez que me entristecía.