Una Amenaza

129 21 20
                                    

NARRA CHARLOTTE

Kellet me arrastraba con él en dirección a la fortaleza mientras yo me esforzaba para soltarme. Podía volar pero no quería lastimarlo, mucho menos asustarlo ya que parecía bastante confundido de momento.

—¿Por qué no me sueltas? Ellos deben conocer la manera de salir de aquí.

Pedía, él sólo negaba con la cabeza.

—No entiendo, sólo quiero que me ayuden.

Pedía, él se detuvo algo cansado de mi insistencia.

—¿Cómo sabes que no son malos? Pudieron haber mentido. Algo en sus rostros no me gustó.

Respondió, negué con la cabeza.

—Tengo amigos de su tipo, son extraños y parecen malvados pero son buenos.

Respondí, él negó con la cabeza.

—Conozco a los de su tipo, pero hay algo diferente en ellos. Además, esa chica, la humana, de verdad parecía asustada.

Comentó, asentí con la cabeza.

—Claro, después de hacer tanto daño y que finalmente fuera a pagar seguro que estaría asustada.

Dije, él me miró un poco sorprendido.

—Y qué, ¿no tienes amigos de su tipo?

Preguntó más cómo en burla, iba a responder que no pero recordé a Stevens. El chico había sido muy amable, incluso adorable con su enamoramiento hacia Cuppa, había pasado tanto tiempo solo.

—Sí, es un gran chico. Fuerte y noble.

Respondí bajando la cabeza, pero él parecía no esperar una respuesta afirmativa.

—No puedes ser amiga de todos. Debemos hablar con Magna, quizá ese golpe te afectó y ahora piensas que todos son buenos y son tus amigos.

Dijo volviendo a caminar llevándome con él. Iba a resistirme cuando recordé de nuevo aquel momento, el ataque.

—Espera, esa chica ya la había visto. Estaba llorando y disculpándose… Pero ella me quería muerta…

Dije intentando recordar pero el dolor de cabeza y las escenas borrosas no ayudaban.

La veía, con su rubio cabello trenzado salpicado de sangre mientras volvía a levantar en el aire esa vara de madera para golpearme. Pero las risas, había risas y no eran de ella.

—Oye, calmate, pensaran que te he hecho daño.

Dijo Kellet asustado intentando levantarme, al parecer por el dolor de cabeza me había sentado en el suelo mientras presionaba mi cabeza con ambas manos.

—Te vas a hacer daño, no toques así tu cabeza. Recuerda tu herida.

Pedía intentando quitar mis manos de mi cabeza pero sentía tanto dolor que sólo pensaba en presionarla.

—¡Kellet! ¡¿Qué has hecho?!

Escuché una voz femenina, muchos pasos acercándose.

—No, yo no he hecho nada.

Respondió Kellet nervioso, eso no lo estaba ayudando.

—Bertha, su herida sangra de nuevo, debemos llevarla con Magna.

Escuche a Blake, el sonaba un poco más tranquilo que los otros dos. Alguien me tomó en brazos y me cargó hasta llegar a la fortaleza donde enseguida Magna me dio algo que me durmió.

No había dormido así desde que llegué, recuerdo que soñé que estaba afuera de la casa, incluso afuera del refugio, estábamos comiendo sentados en el pasto. Pancho estaba a mi lado peinando sus alas con su pico, Marcus, Mindy y Cuppa jugaban a atraparse, Skeleton se comía todo el pastel mientras Cooper reía y Enderson lo regañaba. Ender y Cindy miraban a todos desde lo alto de una rama de un árbol y Cinthya recogía flores que crecían al lado de un arroyo, Stevens estaba recostado sobre el pasto y al parecer dormido pero a Skellen no la veía por ningún lado.

Desperté a causa de los murmullos, eran Blake y Magna conversando.

—¿Entonces no saben de quien o quienes se trata o que quieren?

Preguntó ella, él suspiró. Fingí seguir dormida para escuchar por lo que no podía ver que caras hacían o cómo actuaban.

—No, sólo sabemos que al parecer están en contra de los Wither Skeletons y que ya saben de nosotros.

Respondió.

—¿Qué quieres decir?

Preguntó Magna sonando preocupada.

—Bueno, ahora había más cuerpos sin cabeza, estaban mutilados, les arrancaron los brazos para escribir en las paredes.

Respondió con miedo y la voz un poco temblorosa.

—¿Escribir? ¿Escribir qué?

Preguntó Magna al parecer sin comprender.

—“No nos busquen o los encontraremos. Sabemos quienes son y dónde están.” Bertha quiere convencerme que es una amenaza solamente pero…

Respondió sin terminar, ella suspiró desanimada.

—¿Has hablado con Kellet? Dice que encontraron a unos chicos en el camino. Una humana y un grupo de arqueros.

Dijo.

—¿Grupo de arqueros? Pero son seres solitarios, es imposible.

Dijo, no sé reacción tuvo Magna pero él continuó.

—Quizá Charlotte su puso mal y dijo algo que lo confundió a él.

Respondió, de nuevo ella sólo suspiró.

—Creo que por si acaso debemos reforzar la seguridad y evitar que salgan de la fortaleza.

Dijo, él no respondió con palabras pero salió de la habitación después de eso.

Escuché a Magna arreglando frascos y moviendo muebles o algo así. Fingí que apenas despertaba, bostecé y me estiré sentándome en la cama, cuando abrí los ojos y la miré parecía sorprendida.

—¿Qué pasa?

Pregunté al ver su reacción, pensé que quizá me habían descubierto que lo escuché todo.

—¿Te sientes bien? Se supone que ibas a dormir cerca de cinco horas.

Dijo, miré alrededor pero no encontré ningún medidor de tiempo.

—¿Y cuánto tiempo ha pasado?

Pregunté, ella me miró nerviosa.

—Cerca de una hora.

Respondió. Sonreí intentando tranquilizarla.

—Estoy bien, no soy alguien que duerma mucho.

Dije, ella asintió sin estar muy convencida.

—De nuevo te has ensuciado, ¿por qué no tomas un baño mientras te traigo algo de comer?

Dijo entregándome el vestido con el que llegué aquí. Ya estaba limpio y arreglado.

Asentí con una sonrisa tranquila entrando al cuarto de baño, la escuché salir. Limpie la sangre que había en mi cara, brazos y cabello y me cambié, no debía perder el tiempo.

Salí de ahí sin que nadie me viera, caminé por los pasillos hasta que encontré una ventana y salí volando hasta perderme de vista desde la fortaleza.

Me sentía un poco mareada, pero debía buscar a esos arqueros y lograr salir de aquí, ellos eran mi única oportunidad. Apenas me recuperé un poco caminé en la dirección donde recuerdo que ellos se habían ido.

Pixeles SobrevivientesWhere stories live. Discover now