(055)

3.3K 481 81
                                    

Un silencio sepulcral se posaba en el salón principal, mientras Park Jimin expectante me analizaba de pie a cabeza, tratando de descubrir el problema de mi llamado, al verle llegar después de unas horas eternas esperando por él.

Solo basto una mirada para hacerme congelar en mi lugar, no aparto su mirada hasta que le explicara tan pronta urgencia ante su presencia.

Y puede, tan solo un poquitito, que mi hijo estuviese esparciendo su aroma a presentación por todo el salón, molestando a Jimin que no dejaba de taparse la nariz ante tan tóxico aroma, que de forma abrumadora llenaba sus pulmones.

Tal vez al ser un omega no notaba lo fuerte que era una presentación de Alpha en Alpha, y también una opción seria el apego maternal que tenia con mi angelito, eran muchos factores los cuales de forma inmune no tendrían un efecto contrario en mi cuerpo del que parecía sufrir Park,

— ¿Qué pasa?, YoonGi. — Pregunto con su mirada penetrante, sin dejar de analizarme hasta que le explicara el problema, mientras subía una de sus piernas y posaba sus manos en sus rodillas, esperando por mis palabras.

Pero parecían que estas no querían salir de mi garganta, y mi mirada no se apartaba de mi cachorro que no dejaba de gruñir entre espasmos, agradecida que solo fuese su presentación y no su celo, este llegaría en unos años más. 

Hoy era un Alpha más en la sociedad, más aun no un hombre como tal.

Apreté mis piernas y carraspee mi garganta para empezar a explicar el problema de tan urgencia que requería la presencia de Park Jimin.

— Yo... Uh, Jihoon, mi hijo. — Empecé con pequeños balbuceos sin querer subir la mirada de sus ojos, que no dejaban de analizarme como si me tratara de una presa lista para ser devorada, poniéndome lo bastante incomodo y ansioso para continuar. – H-hoy se presentó. – Más que una afirmación parecía un torpe titubeo de mis palabras.

Esperando por su respuesta, algo que me indicara que me había escuchado, que preguntaría que más necesitaba, solo llevaba una parte de lo que me habría pasado hoy.

La necesidad de saber lo que pensaba empezaba a matarme por dentro, lo que esa cabeza sin cerebro se tenia pensado por hacer, pero nada me lo confirmaba. Un silencio se poso entre nosotros, mi respirar y los gruñidos de mi hijo, adornaban aquella incomoda situación.

Hasta escuchar una risa de sus labios, como si se burlara de mi y de mi hijo, de su hijo, del cachorro que discutía cuando tenía la oportunidad comportándose como un crió mimado.

Alzando la mirada con una molestia en mi orgullo, estaba tocando bajo, muy bajo, y mi omega se encontraba molesto por primera vez nuestro lobo se molestaba ante Jimin.

— ¿Y qué quieres que haga?, su padre tendrá que hacerse cargo de este lió, de seguro estará orgulloso de que su pequeño bastardo sea un Alpha, a su edad también me presente y recuerdo perfectamente como sucedió, no me extrañaría que estés pidiendo mi ayuda omega. — Vacilo entre palabras y más palabras vacías, pero no estaba esperando nada de un idiota como él.

Me quedaba claro la importancia de la situación, ¿Qué podría esperar del?, ¿Misericordia?, ¿Qué de un día para otro sea un hombre diferente?, la desilusión ataco como un balde de agua frió, esa burbuja de estos días llenos de emociones acabaron.

¡Ese no es tu jodido problema, ni viene al caso!, ¡Nada de lo que tenga que ver con mi hijo es de tu importancia! — Explote con un alarido, mi omega herido a la par de mi lucidez se encontraban unidos.

Woozi comprendió la situación y se poso de forma amenazante a la defensiva de Jimin, quien en su lugar nos observaba sin pestañear. Mi hijo estaba descontrolado, su animal interno y lado razonable peleaban por un control mismo, y Park No ayudaba a la situación de mi pequeño.

Pero jamás espere que este se levantara sin una expresión en su rostro, para caminar a nuestro encuentro, dejando un eco de sus pisadas.

Logrando que mi cuerpo se helara, borrando mi expresión enojada por una de pánico. Jimin no mostraba signos de querer parar y cada vez estaba más cerca, mi lobo se encogió en su lugar y mi cuerpo empezó a enfermarse ante el pánico de la situación.

— ¿Así qué un Alpha? — Conectando su mirada sombría con la mía, acariciando el cabello de mi hijo con sus sucias manos. — Se que es difícil de contener, esa sensación opresora de correr y marcar todo como de tu pertenencia. — Siguió con sus palabras para soltar una sonrisa ladina, tocando esta vez sus hombros como palmaditas de consuelo.

Dejándome en un especie de asombro, mi sistema dejaba de sentir miedo y presenciaba en silencio lo que estaba sucediendo delante de mis ojos, algo tramaba Jimin, no me dejaría las cosas tan fáciles.

— A tu edad no tenia nadie que me ayudara a controlarme, y aprendí solo a entenderme mejor, te ayudare estos días de tu presentación para que tengas un control de tu animal y pensamientos propios. — Dicto dándonos la espalda para subir las escaleras, dejándonos solos y confundidos.

Mi hijo sin comprender del todo le siguió pisando sus talones, mientras aun en estado de confusión les seguía sin comprender nada.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


— Se lo que piensas YoonGi, tómalo como una recompensa de mi parte. — Como si de un mago de tratara contesto mi pregunta, al sentir mi presencia siguiéndole el paso hasta su oficina, en donde se encontraba sentado tapando su rostro con sus manos.

— Yo... No comprendo, ¿Qué quieres? — Pregunte sin pelos en la lengua, quería saber lo que tramaba.

— Mi hijo, mi fallecido hijo, mi lobo ve reflejado a su hijo perdido en ese mocoso. — Confeso debatido, su voz perdía fuerza, y un sentimiento a nostalgia invadía la habitación, los sucesos de una vida perdida y sentimientos destrozados hacían un ambiente melancólico.

Jimin sufría la perdida de sus seres queridos.

Tome un valor desconocido y me encamine hasta donde se encontraba para abrazarle escondiendo mi mirada en su pecho, sintiendo como sus manos rodeaban mi cintura, no necesitamos palabras para el momento, no queríamos hablar, solamente nos dejábamos llevar por los nuevos sentimientos que nos invadían, el silencio parecía cada minuto más cómodo y nuestros corazones no dejaban de latir con rapidez.

Dejando pasar una sensación nueva en mi pesado corazón que se aventuraba a sentir, después de tan desastrosos acontecimientos. 

Sin darnos cuentas las palabras no hacían faltas para un momento intimo, no quise pensar mas y actué por instinto a lo que me deparaba el destino a su lado.




¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




"Lustrum" » |JimSu. «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora