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(071)

Jimin no apartaba su mirada de la mía en todo momento al decir aquellas palabras, parecía que estaba satisfecho con mis acciones, estaba cumpliendo mi parte sobre quedarme más tiempo a su lado, porque tanto como él tenía algo que decirme, también tenía cuentas pendientes con su persona.

Cruce mis piernas una arriba de la otra, y cruce mis brazos para verme mucho mas intimidante, las palabras que soltarían no serian nada bonitas para el Alpha que no dejaba de verme.

Parecía embobado en su mente, un mar incierto si me lo preguntaban, porque parecía no reaccionar mas que respirar. Incluso si es que lo estaba haciendo, era preocupante pensar que era lo que lo tenia en semejante estado.

Asustaba a mi omega que no dejaba de soltar chillidos en mi interior, advirtiendo que algo estaba sucediendo con su Alpha. Cosa que no estaba siendo importante en estos momentos, tendría que intervenir lo que Jimin estuviera pensando tan ensimismado si queríamos tener una conversación.

Tome su rostro entre mis manos y lentamente le di unas palmadas a sus mejillas llamando por su nombre repetidas veces, para que pestañara y saliera de su sueño. Al parecer había funcionado, pues sus mejillas se sonrojaron y se alejo casi al instante al verme tan cerca de su rostro.

Si las circunstancias hubieran sido otras, me hubiera tomado el tiempo en hacerle un par de bromas para reírme en su cara, pero prefería evitar problemas era Park Jimin del cual estábamos hablando, claramente nada bueno saldría ante eso.

Y lo pude comprobar en esos momentos, al verlo acercarse de nueva cuenta a mi rostro tomando de mis manos para tirarme hacia él, y sentir su respiración agitada sobre mis labios dejándome en un completo asombro al sentir sus labios sobre los míos, como si en todo este tiempo que estuve a su lado fuera todo lo que estuvo en su mente.

Haciéndome enfadar en solo minutos al alejarlo con molestia, levantando una de mis manos para darle una cachetada de forma involuntaria mis manos actuaron por su cuenta ante la impresión de lo sucedido, pero a Jimin pareció no importarle para tomar mis manos con suavidad y dejar un pequeño beso en mis nudillos.

— YoonGi, me gustas. — Fue lo que salió de sus labios mientras su mirada penetraba todo mi interior y lo hacia arder en el mismo fuego, temblando ligeramente ante las mariposas que se apoderaron de mi cuerpo mientras mis mejillas se volvían carmesí.

Todo se congelo en nuestro alrededor, y nuestras respiraciones eran el detonante de la realidad que estaba avisándonos en cada momento, por si perdíamos el tiempo entre nuestras miradas que conectadas opacaban el entorno.

Las caricias en mis manos, y su suave voz seguían repitiéndose una y otra vez sobre mi cabeza, como un disco rallado molesto. Pero que al mismo tiempo era tan necesario escuchar, por si se tratara de una ilusión.

Al parecer había tardado tanto tiempo en asimilarlo, que cuando Jimin volvió acercarse la magia que nos cubría lentamente dejaba de ser presente, y la realidad invadió.

Despavorido me levante tocando mis labios con desesperación, negando con la mirada. Estaba asimilando lo que estaba sucediendo, alejándome de su persona por mí misma seguridad.

No había previsto lo que Park Jimin estaba tramando en esos momentos, pero si fui lo bastante ágil para descubrir sus intenciones, cosa que pareció molestar a Jimin quien también se levantó para acercarse, pero esta vez no se lo permití.

— Es mejor que te quedes ahí, no creo nada de tus palabas. — Dicte con demanda sobre mi voz, quería explicaciones sobre su actuar, según lo que decía la carta Park Jimin ya no estaría involucrándose en mi vida. — Que te gusto, parece una buena broma para ti pero para mí de mal gusto, después de todo el daño que estas generando en mi vida, no eres nada en mi vida más que el padre de mi hijo, que te quede claro, no te tomes mas atribuciones que no te pertenecen. — Tome el pomo de la puerta para hacerle ver que me iría si seguía diciendo babosadas.