(025)

5.7K 749 34
                                    

Sonriente miraba por la ventana, joder me encontraba demasiado contento. Hoy volvería al trabajo después de 4 meses en donde Jimin hizo lo que quiso conmigo, nunca me habría sentido tan bien en esta vida.

Necesitaba este cambio, lo necesitaba más que nada.

Gire la mirada en donde Jimin, irradiaba un aura molesta. 

¿Quién lo diría que ganaría esta vez?, ante el grandioso Park Jimin, que se note mi sarcasmo.

Le pasaba por calentón e irse de puta a quien sabe a qué lugar.

Moví mis piernas nervioso, nunca me habría sentido tan bien después de tanto tiempo encerrado. Apreté mis puños, y trate de acomodar mejor mi falda que revelaba mis muslos.

Nuevamente seguí mi vista hacia afuera, notando que no faltaría mucho para que llegáramos.

Joder mis manos temblaba, y mi cuerpo picaba ante la ansiedad de poder salir con total libertad, no podría creer que Jimin me dejaría estar de vuelta en el trabajo.

Y ante el llamado de Park en donde salió del auto totalmente molesto supe que habríamos llegado, me saque el cinturón y salí del vehículo.

No recordaba que se viera tan fabuloso como ahora, a pesar de ser miércoles, estaba tan lleno como un fin de semana.

Jimin se encontraba gritándole a su celular, seguro las cosas no estaban saliendo como el planeaba. Y al verlo patear un auto, el cual a los segundos empezó a sonar supe que se encontraba más molesto de lo que pensaba.

Seguí el camino hacia la entrada, en donde Jimin me tomo del brazo para darme sus indicaciones. Alejándome de la entrada principal, para ingresar por atrás.

— ¡No quiero que te metas con nadie, ni tomes alcohol!, ¡Ni mucho menos reveles nuestra intimidad, en el trabajo seré jefe Park, y en la mansión Daddy! ¿Escuchaste YoonGi? — Pregunto para tomarme de la cintura, analizando mejor mi vestimenta para apretar mi trasero, y besar mis labios.

— ¡Si Jefe! —  Inseguro susurro, tratando de quitar sus manos bajo la falda.

— Ahora entremos, tengo unos asuntos que resolver. — Gruño para abrir la puerta, perdiéndose por los pasillos dejándome solo.

Mordí mis labios e ingrese al lugar, en donde mis fosas nasales volvieron a trabajar. Haciéndome recordar el fuerte olor a tabaco, olor a sexo y sobre todo los diferentes aromas.

Tome mejor mi abrigo, y seguí el camino hasta la planta principal en donde reconocí a varios chicos, como nuevos que se divertían en la pista de baile. Una sección nueva por lo que podría ver.

Me quede en un lado de la barra, mientras notaba a lo lejos que algo corría hacia mí. Y en cuanto lo tuve cerca, unos brazos me capturaron dejándome sin aire.

— ¡Eres un estúpido!, ¡Maldito omega!, ¿Por qué mierda dejaste que Park te secuestrara? — Pregunto sin dejarme respirar siquiera, mientras mis hombros se humedecían. — ¡No sabes cuánto me tenías preocupado pequeño! — Siguió retándome para mirarme a los ojos y seguir llorando tras mi partida.

No lo negué mucho más y me lance a llorar soltando todo mi dolor, todo, necesitaba un abrazo y sobre todo a Seok Jin.

No note como todos nos miraban, siendo el centro de atención. Y aquello molesto a Jin, el cual de un chasquido nos alejó de esa zona.

Hasta la habitación de descanso, en donde abrían casilleros, espejos y tocadores para los Sugar babys.

— ¡Joder! — Chillo al ver mis muñecas, en donde unas feas marcas penetraban mi piel. — ¡Jimin de mierda! — Grito enojadísimo, apretando sus dientes ante la molestia.

— Tranquilo, no es nada. — Susurre ganándome un regaño de su parte. Para después contarme lo nuevo, poniéndonos al día.

Nunca habría estado tan feliz, después de mis días de tormenta.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Sabia que no todo en esta vida era gratis, y aquí me encontraba en el auto de Park idiota Jimin. Tratando de hacerle una mamada, sin que Jhun,"Miembro importante de la mafia", nos descubriera.

Porque según Jimin, era mi castigo al ser un maldito provocador y salirme con la mía después de su borrachera.

Y Jimin mientras charlaba por la ventana del copiloto con Jhun, sobre temas de droga. Yo me encontraba chupando su miembro mientras el miserable sonreía acariciando mi cabello, para después tomar mi cabeza y penetrar mi garganta, haciéndome toser.

Recibiendo de su parte una patada, parece que la estaba cagando. ¡Pero Joder!, ¿Cómo quería que no me quejara?, si su miembro estaba tocando mi campanilla, y sobre todo sentía que vomitaría en cualquier momento.

Unas cuantas penetradas profundas en mi boca, y se vino logrando que me tragara todo, sintiendo como de mis comisuras cierta secreción se escapaba de estas.

Jimin era un cerdo, un maldito animal.

"Lustrum" » |JimSu. «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora