— ¡Isa! —dijo alguien gritándome en el oído.

Me asusté tanto que mis auriculares, seguidos de mi reproductor, volaron hasta el asiento contrario. Miré a los dos pelirrojos estallándose en risas. Me sonrojé por completo y agarré el objeto rápidamente para luego apagarlo y guardar todo en el bolsillo de mi campera azul.

Idiotas —susurré frunciendo el ceño.

— Creo que estabas un poco desafinada —dijo George todavía riéndose. Se sentó enfrente mío y Fred a mi lado.

— No seas cruel hermano ¿Un poco desafinada?

— Gracias Fred —dije sonriéndole.

— ¡Muy desafinada querrás decir! —volvieron a reírse. Le pegué a Fred en el hombro y me crucé de brazos.

— Yo estaba bien, sola en mi mundo, sin que se burlaran de mí —bufé.

— ¿Por dónde andabas? ¿En algún concierto? —dijo George intentando contener la risa con poco éxito.

— Muy divertido eh —dije sarcásticamente.

— ¿Qué era ese aparato? —preguntó Fred cambiando de tema.

— Un reproductor de música —lo saqué de mi bolsillo— es uno de esos fantásticos inventos muggles.

— ¿Como una radio? —Preguntó George— Solo que veo que es más pequeño.

— Mmm, parecido. La diferencia es que en la radio puedes escuchar nada más lo que la emisora quiera. En cambio esto reproduce estas cosas —abrí el walkman y saqué el pequeño objeto rectangular— que se llaman casetes. Cada uno con un álbum de música o también puedes grabarle sonidos, canciones, o notas de voz y todo eso.

— Es decir, tú eliges lo que quieres escuchar —dijo Fred mirando lo que tenía en mis manos. Afirmé con la cabeza— suena interesante. Si mi padre lo viera se volvería loco, tiene una fascinación extrema por los objetos muggles.

— Y por desarmarlos para descubrir cómo funcionan —agregó George.

— ¿Lo quieren? Se los regalo —lo dejé sobre las piernas de Fred— ya es algo viejo y además tengo uno mejor que reproduce cd's.

— ¿Cidi qué? —preguntó George confundido.

— Discos compactos. Son lo mismo que eso —señalé el casete— pero con mayor capacidad... Además el mercado comenzó a expandirse sobre ellos y dejaron de fabricar casetes, así que supongo es tiempo de modernizarse.

— Ajá —dijo Fred todavía confundido— ¿Y esto como se supone que tira música? —me reí por la forma en que lo había dicho.

— Primero pones lo que quieres escuchar —agarré el casete y lo volví a introducir en el walkman— luego tocas este botón —apreté el triángulo que significaba play— y ahora te colocas eso en los oídos —señalé los auriculares. Fred tomó uno y lo acercó cuidadosamente hacia sus orejas, como si tuviera miedo de hacerlo. Se sorprendió y luego hizo una pequeña sonrisa.

— De verdad se escucha —contestó.

— A ver, quiero probar yo también —George le quitó el auricular y también se lo colocó en las orejas, pero con menos miedo que su hermano.

— ¿Les gusta? —Sonreí— tengo otros casetes por aquí... —agarré mi mochila y la posé sobre mis piernas para rebuscar mejor entre las chucherías que me había guardado. Saqué tres casetes y se los di a Fred— Los demás los dejé dentro de la valija, pero si quieren luego se los puedo enviar. Este álbum —señalé el álbum Help! de los Beatles— me encanta, tiene una de mis canciones favoritas, que se llama Yesterday.

Una Black de ojos violetas ➳ (George Weasley)Where stories live. Discover now