23: "Mordiste mi mano"

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¡Qué espantosa fue su expresión! Jade lo miraba con curiosidad preguntándose qué había visto, así que también se asomó, impactándose al ver los autos de Ían, Davis y Liam dirigiéndose hacia ellos. Miró a Nathan con una expresión casi de desesperación, pero él tomó su mano indicándole que se tranquilizara, la soltó y volvió a mostrarse sereno en exceso. Liam fue el primero en caminar hacia ellos después de haber apagado su auto y sorprenderse de ver a su hermano acompañado de Jade.

- ¿Qué está pasando aquí? – preguntó con mucho interés macabro – ¡Chicos, deben ver esto! – llamando a los demás, quienes también se acercaron junto a sus novias.

- ¿Qué rayos es esto? – preguntó Ían sorprendido de verlos.

- ¿Qué crees? – preguntó Nathan con ironía saliendo del auto – debía pagar por lo que me hizo. La traje aquí para reprenderla.

- ¿Cómo podrías reprenderla en este sitio? – Preguntó Davis

- Ustedes no entienden – dijo Jade saliendo del auto – cualquier sitio en el que esté se vuelve un infierno si ese patán está presente.

- ¡Ya entiendo! – exclamó Amy – Es como mantenerla cautiva junto a su peor enemigo.

- Esa debe ser la explicación – expresó Rina.

- "Peor enemigo – pensó Liam – eso no me convence"

- ¿Qué les parece si aprovechamos que estamos aquí? – preguntó Ann señalando la playa.

Amy de inmediato se quitó sus zapatillas y corrió a la orilla de la playa a mojar sus pies. Todos hicieron igual que ella y comenzaron a correr y chapotear en el agua. El cielo era de un azul intenso y las estrellas iluminaban tanto como la luna, era una noche maravillosa. La luz de la luna reflejada en el agua traía romance al ambiente, inspiración y belleza, sin duda disfrutaban estar allí. Amy empujó a Ían y éste cayó sobre la arena, pero antes de hacerlo, rápidamente tomó la mano de ella y ambos cayeron rodando hasta el agua, se empaparon por completo y tragaron mucha agua salada, trataban de levantarse con dificultad del agua, mientras el vaivén de las olas en la orilla los arrastraba una y otra vez, los demás no paraban de reír. Después que lograron salir, tumbaron sus cuerpos sobre la arena seca respirando con dificultad.

- ¡Me ha quedado claro! – exclamó Amy – estas escenas perfectas en las películas son un fraude.

- Me siento estafado – agregó Ían.

- ¡Esas cosas no son así de hermosas en la vida real! – gritó Liam sin poder contener sus carcajadas.

Pero una escena romántica de película sí logró llevarse a cabo, pues Davis y Rina caminaron tomados de la mano en la orilla del mar, mientras charlaban amenamente y la luz de la luna hacía que los demás vieran sus negras siluetas, era como esas fotos profesionales nocturnas que a todos les parecen hermosas y sublimes. El resto del grupo los divisaban con gratas sonrisas.

- Al menos ellos lograron sentirse en un cuento de hadas – dijo Ann muy enternecida.

- Lucen bien, Rina esperó eso durante muchos años – expresó Jade.

- ¿Cómo te has sentido tú, hermano? – preguntó Liam a Nathan indagando.

- ¿Cómo me he sentido de qué? – respondió bruscamente.

- ¿No te sientes en un cuento de hadas? Tú lograste ver el atardecer con Jade.

- Ah, eso... Me sentí en un cuento de hadas, pero de hadas malignas que se transforman en brujas despiadadas y succionan el alma del protagonista.

La voz de mis recuerdos (Completa)Where stories live. Discover now