10: Acto improvisado

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Liam observaba la destreza con la que Ann se desplazaba y manejaba los utensilios en la cocina, sus ojos la seguían incansablemente y su sonrisa enigmática no se borraba de su rostro.

- Liam, ¿podrías ir a ver la televisión? Me estás poniendo nerviosa.

- ¿Mi presencia es demasiado para ti?

- No, pero es incómodo que me mires mientras trabajo.

- Entonces ayudaré – levantándose de la mesa y arremangando su roja camisa.

Su cabello estaba suelto y no tenía con qué atarlo, estiró su mano hacia la coleta de Ann y le arrebató con suavidad la liga que lo sostenía, ella sintió su cabello pesado caer sobre su espalda y volteó logrando ver cómo él se ataba su liso y negro cabello en una cola de caballo muy pequeña. No pudo evitar sonreír y fue a su habitación volviendo luego con su cabello bien recogido.

- ¿En qué te puedo ayudar? – preguntó estirando sus brazos.

- Me sentiría mejor si te relajas y permites que yo haga el trabajo.

- Me sentiría mejor si en vez de dejarte hacer todo el trabajo, te ayudo y así nos divertimos más.

- Podría ser... ¿Te gusta cocinar?

- Nathan y yo siempre cocinábamos junto a nuestra abuela, se convirtió en un hábito para nosotros, pero jamás he hecho un postre, así que estoy a tu disposición.

- Entonces, por favor toma aquella vasija si bate seis huevos.

Así lo hizo, y se sorprendió al ver la destreza de él, parecía un chef profesional.

- ¿Acaso ustedes pueden hacerlo todo? – preguntó Ann sintiéndose inferior.

- No puedo hacer manualidades, tampoco colorear dentro de las líneas y menos reparar aparatos electrónicos – ella comenzó a reír.

Después de unos minutos de bromas y risas, él bajó su mirada y dijo:

- Perdón por ofenderte ayer, no fue mi intención.

- No te disculpes, el error fue mío por dejarme llevar.

- ¿Podrías hablarme más sobre ti?

- Mi vida no es interesante en realidad – revolviendo una mezcla, sin alzar su mirada

- Podrás pensar que es extraño, pero ustedes cuatro realmente me interesan, sus personalidades son muy particulares y definidas, quiero saber más.

- Saber más... entonces, puedo resumirte algo...

- Hazlo...

- Bien, no conozco a mis padres, me crie con mis tíos y nunca quisieron hablar del asunto, no sé ni sus nombres ni cómo eran, supongo que me abandonaron al nacer, no sé... Crecí junto a mis cuatro primos varones considerándolos como hermanos, ellos fueron los que me mostraron el significado del amor familiar, ya que mis tíos no me hicieron sentir querida en ningún momento, sentí que era una molestia para ellos, así que al cumplir los dieciocho me mudé un pequeño apartamento, fue un infierno tratar de sobrevivir sola.

- ¿Cómo lo lograste?

- Gracias a mis hermanos, siempre acudieron en mi ayuda justo en los momentos más difíciles, algo que siempre me animó a perseverar fue la música, me daba el aliento necesario para continuar, ellos amaban escucharme cantar y siempre quisieron que me mostrara al mundo, pero no podía hacerlo, hasta que conocí a las chicas, ellas se convirtieron en mi familia y Evan ha sido como un padre para mí, y el hermoso final de mi historia acaba aquí, en Sony.

La voz de mis recuerdos (Completa)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz