8: Malentendido

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Los chicos lo miraban fijamente sin hacer ningún movimiento hasta que Noah alzó su mirada y los vio, Davis volteó a ver a sus amigos y dijo:

- Hablaré con él.

- Si pasa algo, estaremos cerca – dijo Ían

Él asintió y se alejó de ellos caminando hacia Noah, que lo miraba fijamente. Su compañero, alto hombre moreno ataviado con camisa de vestir blanca y corbata de bordados rojos, notó que la expresión corporal de su receptor había cambiado y con curiosidad volteó a ver a quien se acercaba, pero confundido, no comprendió cómo la presencia de Davis podía alterarlo.

- Hermano... – dijo Noah apenado.

Su compañero se preguntaba si él sería su hermano biológico, ya que no había similitud en ellos. Mientras las facciones de Davis eran tan delicadas y su cabello oscuro, Noah tenía expresiones muy masculinas, como su quijada un poco gruesa y su barbilla algo hendida, además de su brillante cabello rojizo. Aunque ambos eran apuestos, eran muy diferentes.

- Tenemos que hablar – dijo Davis muy solemne.

- Ya sé – respondió – antes, permíteme presentarte al doctor Alan O'Brien. Doctor, él es Davis Langley.

Alan lo observó muy sorprendido, inmediatamente reconoció su nombre, Davis extendió su mano y él la apretó con mucha educación.

- Davis Langley – dijo en voz baja – Entonces... ¿Heidi Langley es tu esposa, Noah?

- Oh, ¿La conoces? – preguntó sorprendido – pensé que no sabrías de ella, ya que no te interesa el medio artístico.

- Por una razón especial sé de ellos. Se hace tarde, los dejaré para que platiquen – introduciendo algunos papeles en su maletín.

Dio un apretón de manos a Noah y caminó hacia Davis, sin embargo, le mostró una resentida expresión y siguió su camino sin molestarse en intercambiar palabras con él.

 Davis quedó intrigado y algo sorprendido, sintió la aversión que mostró el doctor y no pudo explicarse el motivo, pero había algo más importante a lo que dar su atención, observó a Noah y dijo:

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Davis quedó intrigado y algo sorprendido, sintió la aversión que mostró el doctor y no pudo explicarse el motivo, pero había algo más importante a lo que dar su atención, observó a Noah y dijo:

- Escucharé tu versión y luego tomaré mi decisión.

- Cielos hermano, eres muy intimidante. Vayamos a un mejor lugar para hablar.

Se retiraron a un restaurante cercano donde no había mucha clientela ese día, solo tres mesas estaban ocupadas a parte de la de ellos y tenían la libertad de hablar cómodamente.

Heidi comenzó a contarle a las chicas desde el inicio el curso que tomaron algunos acontecimientos:

- Mi nombre legal es Heidi Johnson, conocí a mi esposo el día que Davis iba a comprometerse.

La voz de mis recuerdos (Completa)Onde histórias criam vida. Descubra agora