Permite sanar tu corazón [SasuSaku]

Más allá de un beso

Advertencia del capítulo: Lime (en forma menos implícita que el lemon pero algo de eso hay).

Ha transcurrido más de media hora desde que Kakashi le ha avisado que han llegado a la mansión.

Entonces ¿por qué Sakura tarda tanto en aparecer?

Sasori suele ser paciente pero precisamente ahora parece ser la imagen encarnada de lo opuesto. Mirando religiosamente su reloj cada cinco minutos, su ansiedad por su hermana aumenta. ¿Qué es lo que la está demorando tanto?

—¿Pasa algo, Sasori? —pregunta Orochimaru a su lado.

—Iré a ver a Sakura, ya demoró demasiado. Disculpe —avisa solamente, apartándose un poco, comenzando a caminar entre la multitud hasta que visualiza un rostro conocido arribar recién—. Muy tarde, Matsuoka —Sasori lo detalla de pies a cabeza reparando en su extraña respiración irregular y su cabello algo alborotado, seguramente por venir apresurado.

—¿Y Sakura? —al mayor de los Aoyama le brota una venita irritable. Apenas llega ¿y es lo primero que pregunta? Aunque ciertamente no le sorprende. Como tampoco lo hace el ramillete de flores que trae escondido dentro de su saco.

—Iba a buscarla ahora mismo —anuncia aunque luego se reprende. No es como si tuviera que decirle tampoco.

—¿No ha bajado? —Sasori vuelve a chispear.

—Eso es lo que voy a averiguar, Matsuoka. Así que si me permites...—pero Sasuke es bastante insistente incluso cuando no busca serlo. En cuestión de nada le ha seguido los pasos, comenzando a irritarlo—. ¿Qué haces?

—Quiero asegurarme de que esté bien —nuevamente el tic nervioso brota.

—No te comportes como lo que no eres, Matsuoka —dice, confundiendolo. Aunque para Sasori es bastante claro a lo que se ha referido: como si fuera un novio sobre protector.

No dan ni tres pasos y finalmente el cuchicheo los hace dirigir la mirada al origen del mismo. Y es que...Dios, qué bonita es. ¿Quién no notaría a una chica tan guapa con ese peculiar color de cabello? 

Qué hermosa. 

Qué delicada. 

Qué...

—¿Itachi? —pregunta viendo como Sakura viene sujetada del brazo de su hermano, igual de sonriente que siempre.

Maldita sea ¿y eso cuándo ha sucedido?

Dios, quiere darle un golpe pero se controla bastante bien para no perder la cabeza.

Mientras tanto Sakura lidia con ser el centro de atención. Tantas miradas sobre ella la sobrecargan de mil sensaciones. En el pasado siempre la han mirado por lástima una vez que conocen su trágica historia pero ahora es diferente. No hay enfermedad sobre sus hombros. Se ve tal y como se miran las chicas de las revistas que suele leer en sus tiempos aburridos.