El trotamundos

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I

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Es invierno en Konoha.

Podía saberlo con ver la nieve caer y acumularse en las copas de los árboles, junto a todas sus hojas estaban revestidas de un blanco puro.

—¿Sasuke? —una risa conocida—. Sasuke, te hablo, cielo.

Sasuke tiene tres años y no sabe que a la nieve se le dice nieve. Pero la reconoce a pesar de aún desconocer muchas cosas.

Sabe que le gusta pues no cesa de agitar sus manos para intentarla atrapar directamente mientras cae del cielo. La siente fría y escurrir aunque esas palabras tampoco estén dentro de su entendimiento.

El ser humano es así.

Pero dentro de la reminiscencia de esa infancia, dentro de esos momentos felices e irremplazables, se cincela también en nuestra mente lo que se quedará y nos dolerá. Lo que se reproducirá como una cinta cinematográfica eterna. Repitiéndose y recordándonos lo que un día se nos arrebatará en el futuro.

Como esa nieve que algún día se teñirá de sangre.

Como ese cabello largo y brillante que perderá la vida en un instante.

Como esos brazos que lo sostienen a él, mismos que ahora le levantan y le abrazan. Esos que dejarán ese mundo en los próximos años entrantes.

Sasuke tiene tres años, y aún no lo sabe pues su mundo se reduce a este momento único. A estar en los brazos de su madre intentando tocar el cielo con sus pequeñas manos envueltas en guantes. En acariciar el bonito cabello de su madre.

—¿Te gusta? —va a extrañar esa risa dentro de unos años. Va a extrañar a ésta mujer—. ¿Te gusta el cabello de mamá?

—Ca...cabello...

Nariz con nariz.

Frente con frente.

Sasuke no sabe aún que es debido al cabello de Mikoto por el que un día dirá que le gustan las niñas de cabello largo.

"—¡A Sasuke-kun le gustan las niñas de cabello largo!"

Pero de una sola, no de muchas.

El cabello de Mikoto.

Por muchos años no existirá ninguno que compita contra la reluciente cabellera azabache de su madre. Sin embargo un día llegará alguien. Alguien de entre todas esas niñas que no dejarán de perseguirlo. Alguien que lo deslumbrará.

—¡Sakura!

—¡Voy!

Una niña que nunca se callará.

Una niña que será la más chillona de todas.

Una niña que lo mirará desde lejos.

La que será su compañera de clases en la academia, el miembro femenino de su equipo gennin junto a un rubio cabeza hueca. Sí, esa niña...

—...de cabello rosa.

La misma que no parará de llorar al creerlo muerto en el País de Las Olas. La misma que reñirá con aquella su rubia compañera, compitiendo por su atención. La misma que le sostendrá la mano cuando una marca maldita en su cuello quede. La misma que cortará ese cabello que -además del de su madre- le gustará en cuanto lo vea.

Permite sanar tu corazón [SasuSaku]Where stories live. Discover now