LOS MELLARK

Tipico

Peeta a decidído hacer mutismo con respecto a lo que dijo el médico. No ha hecho referencia alguna a la fecha probable que dió.

Yo estoy incrédula y molesta.

Los malestares "típicos" como dice mi madre, han llegado para quedarse.
No encuentro lo típico en este tema, tengo más de 12 semanas dice el experto, ¿no debería de haber terminado este constante vomito?
Juro que hasta el aire con su extraño "olor" me causa malestar, en especial en las mañanas.

Prim me ha pedido que deje de salir tanto, que de verdad me veo mal. No la culpo le toco verme adornar la entrada a mi casa con lo que hace un momento había devorado tan contenta.
Creo que cada parte de la entrada a la aldea de los vencedores tiene jugos gástricos míos regados por ahí.

—Que horrible aspecto tienes —grita Haymitch desde su pórtico mirándome con sorna.

—Jodetuuuaght
Es lo que se escuchó saliendo de mi, seguido de un bonito adorno rosa amarillento en el segundo escalón del pórtico.

Mi trenza, botas, pantalones, no alcanzaron a escapar de los salpicones y estaré con esta peste insoportable si no me meto directo a bañar.
No necesito mas motivos, así que ingreso a la casa haciendo caso omiso a una preocupada Prim y un risueño Haymitch y me quito la maloliente ropa y la dejo en la parte trasera de la casa.

Me tapo la nariz porque la cocina tiene una olla con comida y juro que huele asqueroso. Aunque cuando me lo comí era una rica sopa de vegetales.

Me baño sin novedad, mi cuerpo se siente limpio, me pongo unos de esos vestidos flojos que he recibido por montones de parte de mucha gente de Panem, la mayoría los he regalado, los que son muy estrafalarios y llamarían la atención de los agentes los tengo guardados. Escogí este para quedármelo, me gusto mucho, es verde, liso, dos botones delanteros y es todo, ni un exagerado adorno o brillos que estropean la belleza del color.

Me siento en la cama y empiezo a cepillar mi pelo, un recuerdo se hace nítido:

Tirones, tirones, tirones.

Jalones, quejas, suspiros, argumentos, pestañas,labiales, colores.

Miro mis manos.

El anillo.

—Se supone que debe verse natural— dice Effie mirándome reprobatoria y negando con su enorme pelo morado.
—La quiero natural, recuerden que debe parecer que acaba de despertar. Una aparición, perfecta, divina, como la ve Peeta a diario.

—Él me ve como me encontraron hace media hora—argumento con toda la logica del mundo.

—Ay querida pero es que eso no tiene nada de divino ni perfecto.

Todos asienten y yo me siento ofendida.

—no estoy tan mal

—Pero si tenías saliva en la mejilla— argulle incrédula Fulvia.

Hacen un gesto dramático como si eso fuese un crimen.

—Eso deberian haberlo grabado, más al natural no me ibas a encontrar— finiquito un poco avergonzada de como me hacen sentir. Peeta nunca ha mencionado nada de eso.

El grabar algo natural fue lo más antinatural que hemos hecho. Nos grabaron desde que "despertamos" hasta que "dormimos". El programa llevaba por título un Día con los Mellark, en realidad tomaron 5 días de frustración, de incomodidades y más farsa de la que habíamos realizado.

El peor fue el cuarto día, el tener que representar una actividad tan íntima, nos llevó a Peeta y a mi a la vergüenza más extrema que habíamos experimentado hasta ese momento.