Reconciliación

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subo de nuevo por que me mandaron msj diciendo que no les aparece a varias. Espero ahora sí se vea.

No hablamos más del tema.

La noche fue larga, ella salió del compartimento y yo no dormí pensando en lo que ha pasado.

Katniss lucha día a día por convencerse que puede sobrellevar mi presencia en su vida. Pero veo su manera de mirarme cuando me acerco, veo su molestia, su fastidio, palabras que no salen y se traga para no herirme.

Acostarse noche tras noche a su lado me brindaba un momento de cordura a la locura que es nuestra vida, siempre asediados, con entrevistas y programas especiales, con preguntas incesantes de nuestro amor y matrimonio.

Estudiar todo lo que decimos, medir nuestras caricias para que parezcan reales y espontáneas, contar las risas y miradas y calcular si demostrábamos la cantidad exacta de amor requerida.

Llegar a casa donde la burbuja revienta y te encuentras con que la mujer que hace 2 minutos besabas con el alma, no te puede ver ni un segundo cerca. Donde esos ojos que ante cámaras te juran amor, tras ellas te muestran vacío.

El dormir dejó de ser un agarre a la cordura y se convirtió en otra parte de la tortura.

Tal vez renunciar a su amor parezca cobarde de mi parte, pero si no lo hacía, no tendría nada que mostrar a las cámaras y a la larga, el vacío en nuestros ojos sería lo único que podríamos presentar ambos.

Me cambio y alisto para salir a desayunar, en unos momentos llegaremos al distrito 12 y debemos estar enamorados una última vez antes de que las cámaras nos abandonen un tiempo antes de volver a molestar. Ojalá no se le ocurra otro programa "especial" a Snow, ya estoy cansado de tanta mentira. Necesito normalidad y lejanía del Capitolio.

"Un día con los Mellark", "Los recién Casados", "Cómo ser una esposa", "una Navidad Mellark" y no recuerdo que otra sarta de títulos para programas especiales nos han obligado a filmar. Cada una igual de horrible a la otra.

Salgo, llego al comedor y no la veo. Solo esta Effie viendo hojas y cuchicheando para si.

—¡Oh Querido!— dice en cuanto me ve.— estaba a punto de ir a tocarles la puerta, tengo un mensaje muy muy importante, de el presidente— agrega recalcando la importancia y con matices de sentirse portadora de grandes noticias.

Contesto a desgana:
—¿Dónde esta Katniss?

—No lo sé, es tu esposa querido, tú mejor que nadie debe saberlo— dice muy propia y sus ojos se agrandan a la vez que su voz sube de niveles alarmada— ¿No me digas que han peleado?, no puede ser. Debes ir a buscarla de inmediato, no importa cuál sea el problema Peeta, la mujer siempre tiene la razón— dice levantándose y tomándome del brazo empujándome para que regrese a buscarla —, ahora ve y pídele perdón, si no vienen a desayunar lo entenderé, no será una falta de modales. Los matrimonios deben tener sus momentos de reconciliación.

Sus empujones no llegan muy lejos por que Katniss aparece a unos pasos de nosotros. Nos mira extrañada, no alcanza a decir nada cuando Effie ya esta hablando.

—¡Con que aquí estas!— le habla acercándosele y Katniss solo la mira confundida —No sé qué problemas tengan tú y tu esposo, pero querida, todos los matrimonios los tienen, aún así no andan escondiéndose el uno del otro— habla sin parar mientras Katniss le dirige una mirada asesina. — Regresa a tu compartimento. Tú también Peeta.—Me toma de nuevo del brazo y nos señala el camino.— No quiero verlos por aquí hasta que ambos estén reconciliados.

LOS MELLARKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora