Todo seguía su rumbo normal. 

Los alumnos seguían viéndome con mala cara. De vez en cuando me decían algunas groserías o se burlaban de mí, sobretodo hacían prioritario énfasis en ese tal Sirius Black que estaba en Azkaban. Que yo era su hija o algún pariente de él. Siquiera tengo la más mínima idea de quién es. Lo único que sabía era que ambos teníamos el mismo apellido.

Le pregunté a mi madre sobre este pequeño problema pero la única respuesta que obtuve fue: "Sabía que te sucedería en algún momento, pero no te preocupes, él no tiene nada que ver con nosotras".

Supongo que eso me tranquilizó un poco más. De todas formas yo estaba cien por ciento segura de que había gato encerrado allí y necesitaba descubrir el secreto detrás del misterioso Black. Pero eso quedaría para el futuro.


Mientras tanto, yo seguía lidiando con los dramas de estar en Hogwarts y ser el blanco fácil. Caminar por los pasillos con los libros de la biblioteca ya se me había convertido en una misión imposible. Daba diez pasos y algún slytherin se aparecía para derrumbarme en el suelo, tirar mis libros al piso o hacerme tropezar.

Otras tantas veces se aparecían algunos chistosos que decidían encerrarme en un armario de escobas o en el baño. Por suerte ya me había aprendido de memoria el hechizo Alohomora para poder escaparme, porque si no, todavía estaría encerrada con la señora Norris en el baño, arañándome todas las piernas... Ese día sí que lo sufrí. Y encima después de todo eso, terminé castigada porque según palabras de Filch yo lo había hecho para hacer sufrir a su gata.

¿En qué mundo quisiera yo estar sola con ese bicharraco?

De no creerse.


Sumándole a todo esto que el único con quien me divertía era Cedric y eran muy pocas veces. Siempre terminaba lidiando él con mis problemas.

Una vez en los terrenos nos agarró un grupito de cuatro alumnos, al parecer de quinto o sexto curso, y comenzaron a amenazarme sin motivo alguno. Cedric como todo caballero me defendió y a los quince minutos estábamos ambos en la enfermería porque a mi amigo le sangraba la nariz y tenía un ojo morado. Así cualquiera. Cuatro grandotes contra un niño de apenas once años que sólo intentaba defender a su amiga.

El mundo sí que era injusto.

Intenté despegarme de Cedric por su bien, ya que estar conmigo le causaba daño y muchos problemas –según mi punto de vista- pero él se negó a dejarme estar más sola de lo que ya estaba.

La verdad que era un amigo de oro y no tengo ni una sola queja sobre él.


De quiénes si me puedo quejar son de mis compañeras de cuarto. Alicia y Angelina. Esas dos se complotaron con los clones zanahorias y un día decidieron que sería divertido quitarme mi ropa y que la usaran Fred y George.

Claro está que después de eso ambos terminaron castigados y yo también, por armar "demasiado escándalo".

Dos tardes de sábado desperdiciadas arreglando la huerta de Hagrid.

Por suerte después de eso las chicas se disculparon conmigo y jamás volvieron a molestarme. Y supongo que por eso tuvieron una pequeña pelea con los gemelos.

Y sí. Todo se cierra en ellos:

Fred y George Weasley.

Mi mayor y peor pesadilla.

Una Black de ojos violetas ➳ (George Weasley)Where stories live. Discover now