Capítulo 6: Tarde Con Hanji

Bắt đầu từ đầu
                                    

- ¡Yo....! - decía Nanaba balbuceando - Yo también lo siento, Mikasa - se disculpó - No debí hablarte así, perdón, perdóname - bruscamente me separó de ella. Yo la miraba atónita, con la boca abierta.

- V-vale esta bien. Pero tranquilízate, por favor - dije un poco nerviosa.

- Está bien... - dijo tocando sus ojos con ambas manos - Ya pasó... Ya pasó - susurró. Giré mi vista por cada uno de los presentes, que la miraban a ella con la misma expresión que yo.

- Mikasa... - me llamó Hanji - Tengo miedo - dijo. Rodé los ojos.

- Que exagerada eres, Hanji. Lo que pasa es que Nanaba es una persona.... - hice una pausa, para encontrar la palabra correcta, que por una extraña razón, no encontraba.

-¿Sensible? - acabó mi frase Eren.

- Exacto - dije. Era una palabra muy conocida, pero en mi vocabulario, apenas existía.

- T-toma, Nanaba - le entregó Sasha un vaso de agua, mirándola con mucha atención. Por Dios, que exagerados eran. A mí me tomó de imprevisto, pero tampoco es raro ver a una persona llorando... ¿O sí?

- Gracias chicos - habló Nanaba ya tranquila. Cogió el vaso que Sasha le ofrecía y de un sorbo se lo bebió, soltando un suspiro cuando acabó - Mikasa, lo siento, no debí prohibirte de tu cena. Seguramente venías hambrienta. Estuve esperándote por si aparecías pero no fue el caso... ¿Comiste algo?

- Eh... No. Pero tranquila, me dormí rápido - volví a mentir. Si le dijera que Levi apareció en la noche y me "ayudó" en cierto modo, seguramente ya empezaría a hacer preguntas y no sólo ella... Sino todos. Pero siempre hay una persona que te pilla.

-...Si claro... - susurró Erwin, pasando por mi lado, con una bandeja llena de tostadas en sus manos y sin quitar aquella sonrisa de medio lado diciéndote perfectamente: "Te pillé". La verdad, es que molestaba un poco - Vamos a desayunar, ya mismo es la hora - después de aquello, todos... Bueno sin el... Bah, que más da, ya sabéis de quién hablo. Nos sentamos a desayunar.

Un tiempo más tarde, partimos de la residencia, caminando hacia el aburrimiento máximo. Yo me situaba detrás de Erwin y Armin, que charlaban sobre algún tema. Y delante Eren, Jean, Sasha y Connie, discutiendo y riéndose a la vez. Caminaba tranquilamente, de repente sentí una mano firme en mi hombro, haciendo que parara en seco y alejandome un poco del grupo. Inmediatamente, me giré. Viendo a Hanji con una sonrisa pícara, o a lo mejor es que así era su cara. Bueno, el caso, la típica cara de que planea algo.

- Mikasa - habló en mi oído, pasando uno de sus brazos por mis hombros - Vámonos hoy de compras - propuso - No puedes negarte, yo sé que necesitas braguitas...

-¿Cómo sabes eso? - empiezo a temer por mi espacio personal.

- Deberías poner cerradura en la puerta de tu habitación - mencionó - Ya sabes... Algún curioso puede entrar sin tu permiso - se separó de mí, comenzando a andar. La seguí hasta ponerme al lado suya. Tenía una cara de indiferencia. Como si no hubiera dicho nada.

- O curiosa - dije fastidiada. Mirándola de reojo. Una perturbante risa salió de sus labios.

- O curiosa - repitió - Pero, piénsalo. Yo también necesito ropa y esas cosas. Además podríamos pararnos a tomar algo....

- Que sí, que voy a ir - no tenía otra elección, tarde o temprano tendría que ir.

-¡Perfecto! Entonces después de comer nos vamos - sonrió.

-¿Tan temprano?¿No quieres descansar un poco antes? - me quejé.

- Pero que pejiguera eres. Además hoy no tienes al enano contigo - me lanzó unas extrañas miradas, levantando y bajando sus cejas - Hoy hablaremos de muchas cosas, Mikasa - yo la miraba confundida, achinando mis ojos y uniendo mis cejas. Mientras movía la cabeza de un lado a otro. Suspiré cansada y nos volvimos a unir al grupo.

El Arte De Amar Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ